Por: René Hernández González
Se nos fue otro grande. Fueron muchas las vivencias con el gran guerrero, Alberto Quirós Guardia. No descansó en su lucha contra los detractores del poder. Defensor a ultranza de la democracia, la justicia y la libertad. Se ganó presiones, exilios, amenazas, cierre y destrucción de su querida, Radio Impacto. Y es que cuando se gobierna a través del terror, de la injusticia, aquellos que se son amantes de la verdadera paz, se convierten en una especie de epidemia que hay que combatir, sea encarcelándolos, desterrándolos o matándolos como ocurrió en la era de Torrijos y de Noriega. Sé que muchos me dicen, pasa la página, pero cada vez que cae uno grande como Betito, no nos queda otra que recordar. Repito siempre lo de Cicerón, los pueblos que olvidan su historia están condenados a repeteirla.
Quirós Guardia, antes de la invasión fue el primer presidente del glorioso Colegio Nacional de Periodistas. Este servidor lo recordará siempre por su verbo encendido y con su mejor arma, la palabra, para combatir las injusticias, para combatir a los corruptos y para darle un espacio a los descamisados, los que no tienen voz. Hasta pronto, Betito.