Existe un conflicto institucional en la Asamblea Nacional sobre la conformación de comisiones permanentes. Más allá de la narrativa formal, el tema central es el control de las comisiones -especialmente Gobierno, Credenciales y Presupuesto- estas comisiones son clave para influir en la agenda legislativa y, por extensión, en el poder político y administrativo del Estado.
Es notoria la pugna entre dos bloques:
- Seguimos y sus aliados, que buscan ampliar su influencia legislativa y presentarse como impulsores de reformas.
- Realizando Metas (RM) y oficialismo, que defienden la proporcionalidad reglamentaria y acusan al bloque opositor de buscar sobrerrepresentación.
Estrategia discursiva
a. Bloque Seguimos (Richards)
- Tono: Progresista y de legitimación institucional.
- Recursos retóricos: Apela a la legalidad (“reconocimiento jurídico de Seguimos”), a proyectos con alto valor social (“Salud 24/7”, reformas al IVM) y a la promesa de transparencia.
- Intención: Construir legitimidad política, presentar la disputa como una resistencia al “viejo sistema” y asociar la demora a maniobras para frenar cambios.
b. Bloque RM (Camacho)
- Tono: Crítico y defensivo.
- Recursos retóricos: Denuncia “gula” política, apela al Reglamento Interno y resalta cifras (“dos proyectos aprobados de 34”), buscando mostrar ineficiencia de la oposición.
- Intención: Defender la proporcionalidad en la asignación de comisiones, proyectar imagen de orden institucional y acusar a la oposición de priorizar cargos sobre resultados.
Lectura del lenguaje y subtexto
De acuerdo al lenguaje utilizado durante los últimos días, se puede pensar que todo se concentra en un relato normativo (reglamento, proporcionalidad, legitimidad jurídica) para encubrir un hecho evidente: la disputa es por control político estratégico, no por tecnicismos procedimentales.
El uso de términos como “gula”, “viejo sistema” y “apetito de poder” apunta a un discurso más confrontativo, orientado a fortalecer bases políticas y movilizar simpatizantes, más que a construir consensos.
Costos y riesgos políticos
- Para Seguimos:
- Riesgo de desgaste si no logra concretar el control prometido.
- Posible percepción de oportunismo si las comisiones bajo su control no muestran resultados rápidos.
- Para RM:
- Riesgo de ser percibidos como bloqueadores del funcionamiento legislativo.
- Costo político si la defensa de la proporcionalidad se interpreta como una estrategia para mantener privilegios y limitar reformas.
Escenarios posibles
- Escenario de consenso parcial: Se acuerdan comisiones menos estratégicas, dejando Presupuesto y Credenciales para una votación ajustada.
- Escenario de confrontación total: Votación secreta sin acuerdo previo, que podría modificar radicalmente la correlación de poder.
- Escenario de parálisis prolongada: Incapacidad de llegar a acuerdos, manteniendo bloqueada la agenda legislativa y aumentando el desgaste público de ambas partes.
Recomendaciones estratégicas de comunicación
- Para Seguimos:
- Enfatizar la transparencia en el proceso y evitar un discurso exclusivamente de confrontación.
- Mostrar un plan legislativo inmediato para justificar la necesidad de controlar comisiones clave.
- Para RM:
- Reforzar la narrativa de institucionalidad y respeto al reglamento.
- Proponer públicamente un calendario legislativo para demostrar que su oposición no es un bloqueo al país.