El contenido: de la sanción a la denuncia
Martín Torrijos afirma que la cancelación de su visa no es producto de ninguna falta personal, sino una represalia por haber expresado públicamente su oposición al memorándum de entendimiento firmado entre autoridades panameñas y el funcionario estadounidense Hegseth, así como a otros acuerdos que, a su juicio, lesionan la soberanía nacional y violan el Tratado de Neutralidad del Canal de Panamá. El expresidente vincula directamente la sanción con sus posiciones patrióticas, lo que convierte su declaración en una denuncia de injerencia externa y, a la vez, en un acto de reafirmación nacional.
Propósito político: reposicionamiento simbólico y advertencia colectiva
El mensaje tiene un doble propósito. Primero, reposicionar a Torrijos como figura central en la defensa de la soberanía panameña, capitalizando su apellido y su rol histórico como hijo del general Omar Torrijos, figura clave en la recuperación del Canal. Segundo, emitir una advertencia a la ciudadanía y a otros actores políticos: las críticas al gobierno panameño por sus relaciones con Estados Unidos podrían acarrear consecuencias similares.
Este doble propósito lo sitúa como vocero de una causa nacionalista que trasciende lo partidario, y lo alinea con sectores de la sociedad panameña sensibles al tema de la soberanía y críticos de la política exterior del gobierno actual.
Técnicas discursivas: herencia histórica y épica nacional
Torrijos recurre a una serie de recursos retóricos para reforzar su mensaje:
- Apelación a la memoria colectiva: invoca el sacrificio de generaciones pasadas, especialmente de los mártires del 9 de enero, y cita los tratados Torrijos-Carter como símbolo de victoria nacional frente a la dominación extranjera.
- Construcción de antagonismo: establece un “ellos contra nosotros”, con Estados Unidos (y su embajada) como fuerza opresora, y el pueblo panameño como víctima y resistencia.
- Tono heroico y martirológico: se presenta como dispuesto a asumir el costo de defender los intereses de Panamá, incluso si eso implica ser castigado internacionalmente.
El texto tiene una clara estructura emocional y épica, diseñada para movilizar identidades patrióticas y recuperar el simbolismo del torrijismo en un nuevo contexto.
Estrategia política: consolidación como referente del nacionalismo panameño
En un escenario donde el debate sobre la soberanía, la seguridad y la política exterior se ha intensificado, Torrijos busca liderar ese eje narrativo desde una posición de autoridad histórica y moral. Su estrategia se basa en:
- Reactivar su capital político apelando al orgullo nacional.
- Construir un frente crítico al gobierno, atrayendo a sectores disconformes con los acuerdos bilaterales recientes.
- Diferenciarse de otras figuras políticas, proyectándose como símbolo de resistencia y continuidad de la lucha por la autodeterminación panameña.
No es una estrategia de campaña inmediata, sino de largo aliento: una relegitimación de su rol histórico y político dentro del panorama nacional.
Conclusión
Martín Torrijos ha transformado una sanción diplomática en una plataforma de relanzamiento político. Su pronunciamiento no es una simple defensa personal, sino una sofisticada operación de comunicación política, que apela al alma nacional y revive una narrativa de soberanía en momentos de incertidumbre geopolítica.
La contundencia del mensaje, la claridad del enemigo simbólico y la fuerza de los referentes históricos elegidos colocan a Torrijos nuevamente en el centro del debate político nacional. En un país donde los símbolos aún pesan, su apuesta no es solo resistir la sanción, sino convertirla en medalla de honor ante la historia y ante el pueblo panameño.