Ricardo Martinelli, acompañado de un grupo de mujeres independientes, habló sobre la educación y cómo la sociedad se ha deteriorado por el alto consumo de alcohol a quien tituló como la majestad de todas las drogas.
También dijo que en el agitado mundo que vivimos hoy, la mujer panameña es el compás que marca el norte de nuestra sociedad, siendo la piedra angular de la familia, la gestora de la educación y la guía espiritual del núcleo familiar.
Por razón de la desintegración familiar, casi la mitad de las mujeres panameñas han adoptado un rol como madres-padres y se han convertido en principales contribuyentes del sustento económico, educativo, deportivo y espiritual de sus hijos y eso las convierte en heroínas sociales y de sus hogares.
“Durante mi gobierno, voy a darle todo el apoyo económico a estas valientes mujeres, ya que con esto estaremos apoyando a la familia, ahuyentaremos los estigmas de las drogas y el alcohol y así podremos regresar a los valores que antaño nos inculcaron las madres de nuestra patria”.