Ni las elecciones primarias lograron que las distintas facciones dentro del Partido Panameñista declinaran sus diferencias.
A pesar de que el partido obtuvo ayer un 40.81% de participación en las primarias para elegir candidatos a alcaldes, diputados y representantes de corregimiento, las diferencias entre algunos dirigentes de este colectivo se hicieron evidentes durante el proceso de elecciones.
La muestra de una tensa situación dentro del tercer colectivo político más grande del país fue la ausencia del propio vicepresidente del partido, Alberto Vallarino –de quien no se conocieron sus motivos para no asistir a las elecciones–, y de parte de la dirigencia del partido.
Por otro lado, las declaraciones de una de las máximas figuras del partido, la expresidenta Mireya Moscoso, revelaron un descontento por la actual campaña política del presidente del panameñismo, Juan Carlos Varela.
Moscoso, quien abogó por la unidad del colectivo, advirtió que sin esta, el partido no conseguirá resultados positivos en los comicios generales de 2014.
La dirigente llamó una vez más la atención a Varela porque, según ella, “hay personas que lo rodean” que la odian y que en lugar de unir al partido le hacen daño. “En vez de unir hace que retrocedamos”, manifestó cuando se acercaba a emitir su voto, a pocos minutos para que cerraran las mesas de votación.
“Vemos que a los mayores, a los que hemos estado en el partido por mucho tiempo no se nos ha tomado en cuenta, eso es lo único que yo digo, sin embargo, vemos que aliados de ellos dicen en televisión que gracias a Dios se fue la escoria del partido”, denunció la expresidenta.
A pesar de las graves acusaciones que hizo Moscoso ayer a la dirigencia de su partido, en el discurso del cierre de las elecciones primarias fueron pocas las líneas que Varela dedicó a sus copartidarios.