Ante la presencia del presidente electo de la República de Panamá, Ricardo Martinelli fue entregada la Resolución de Gabinete que modifica las reglas para el Programa de Estímulo Financiero (PEF), por parte del presidente saliente, Martín Torrijos Espino.
Martinelli señaló que “ya en nuestro país estamos empezando a sentir la crisis económica mundial y son claras las señales de desaceleración” y coincidió con Torrijos en que existe una crisis mundial financiera que va a llegar a Panamá.
Precisó que la situación que se avecina requiere de un gobierno con mayor flexibilidad y liquidez económica, por lo que es necesario modificar los términos actuales del déficit. “El Banco Nacional de Panamá extenderá un crédito a la banca privada por 600 millones, a intereses bajos, ya que no podemos permitir el congelamiento de nuestro sistema de préstamos.
Agregó que son los banqueros quienes juegan un papel crítico en este proceso, ya que en sus manos está la habilidad de mantener el flujo de crédito para consumo e inversión y los exhortó a que colaboren a activar la economía otorgando créditos con responsabilidad.
“No hay tormenta que dure para siempre y el mal tiempo, si lo sabemos manejar, siempre nos lleva a un destino próspero, y es hacia allá que vamos con un mar de empleos, crecimiento y prosperidad” puntualizó Martinelli.
DISCURSO RICARDO MARTINELLI
Panamá tiene la buena fortuna de que no nos han tocado grandes desastres naturales.
Terremotos no han derrumbado nuestras fundaciones.
Huracanes no han azotado nuestras costas.
Pero cuando una tormenta tiene tal magnitud que afecta al mundo entero, nos sacude a nosotros también.
Ese tipo de tormenta se está acercando a Panamá. Una tormenta económica.
Es la peor crisis económica mundial desde la Gran Depresión de los años 30.
Millones de persones alrededor del mundo ya han perdido sus empleos. Los mercados financieros internacionales se han desplomado.Por ejemplo, España, uno de nuestros mayores inversionistas, ha perdido 3.5 millones de empleos.
Y los Estados Unidos, nuestro principal socio comercial, ya ha empezado a sentir los afectos de la crisis. Va a tener un crecimiento negativo de, por lo menos, 3.5% y una tasa de desempleo que llegará cerca del 10%.
Tarde o temprano, lo que tiene tanto efecto en los Estados Unidos nos afecta a nosotros.
Ya en Panamá, estamos empezando a sentir la crisis económica mundial. Son claras las señales de desaceleración.
Nuestra economía, que el año pasado creció un 10%, este año se estima que va a oscilar entre 1.5%, según el pronóstico de JP Morgan y 3%, según el pronóstico del Centro Nacional de Competitividad.
Se estima que el turismo en Panamá bajará 3%. Cada día menos turistas viajan y los pocos que lo hacen, consumen menos.
Solo en marzo, la venta de casas y apartamentos, disminuyó 83%.
Desde el principio del año, la actividad económica del canal ha caído 2.5%
La exportación de banano cayó 47%
Y la del camarón 43.5%
Pero esto no son solo cifras, números y estadísticas. Lo que nos preocupa es la cara humana de la crisis.
Esta crisis está golpeando a Changuinola, la tierra del banano, donde obreros están perdiendo sus empleos.
Y qué decir de nuestros pescadores que desde la madrugada salen a buscar el sustento de sus familias en alta mar y ahora no encuentran a quien venderle sus productos.
En esta tormenta todos estamos en el mismo barco, y en este mismo barco la vamos a enfrentar y vencer.
Unidos podemos navegar hacia un lugar seguro donde el sol de la prosperidad brille para todos los panameños.
Yo sé navegar en tiempos difíciles.
Yo soy uno de los miles de panameños que lo perdió todo en el 89, y aquí estoy parado frente a ustedes, como prueba de que no hay obstáculo que no podemos superar en este país.
Esta tormenta por más oscura que sea, es una oportunidad. Si hacemos los cambios que hemos propuesto, podemos salir antes que nadie, más fuertes, con más empleos y más prosperidad que nunca.
Esta crisis no es culpa de ningún panameño ni de ningún gobierno, pero nos das razones para tomar un nuevo rumbo.
En campaña propusimos un paquete de propuestas para poner los intereses del pueblo primero, crear empleos, y fortalecer nuestra economía.
Ahora estas propuestas son más necesarias y tenemos que empezarlas inmediatamente.
El metro que hemos propuesto, no sólo va a resolver el problema de transporte, sino que va a ser el programa de empleo más grande en la historia de Panamá, después de la expansión del canal.
Lo tenemos que hacer ya.
Las viviendas populares que hemos propuesto, no sólo van a dar un techo seguro a miles de familias panameñas, sino que van a reactivar el sector que crea empleos para los obreros de la construcción.
Lo tenemos que hacer ya.
100 balboas mensuales para los viejitos que no tienen jubilación, no sólo les devuelve la vida y dignidad que se merecen, sino estimula la economía.
Lo tenemos que hacer ya
Las becas, libros y útiles escolares gratis que hemos propuesto, no sólo ayudan a la educación, sino le alivian los bolsillos de miles de familias necesitadas.
Lo tenemos que hacer ya
En estos tiempos difíciles que nos esperan, tenemos que bajar el precio de la comida.
Vamos a aumentar los puntos de ventas de los productos Compita a nivel nacional, y no más productos casados. Vamos a sacar la mano política del programa Compita.
Esto también lo tenemos que hacer ya
Para poder llevar a cabo estas propuestas, tenemos que hacer cambios:
Tenemos que concretar el Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos. En eso compartimos la visión del presidente Torrijos.
La situación que nos viene, también requiere que el gobierno tenga más flexibilidad y liquidez económica, por eso necesitamos modificar los términos actuales del déficit.
No podemos permitir que nuestro sistema de préstamos bancarios se congele. El Banco Nacional de Panamá va a extenderle crédito a la banca privada por 600 millones, a intereses bajos.
Y ustedes los banqueros juegan un papel crítico en este proceso. En sus manos está la habilidad de mantener el crédito para consumo e inversión, fluyendo .
Si la industria bancaria aguanta los créditos, solo va a empeorar la situación. Contamos con ustedes para ayudarnos activar la economía otorgando créditos responsablemente.
Y en estos tiempos que todos nos tenemos que apretar el cinturón, la Asamblea Legislativa tiene que hacer su parte, recortando su presupuesto 20%.
Todos estamos en el mismo barco y cada uno tiene que hacer su parte para mantener la economía a flote.
Complementando estas reformas, nuestro plan nacional de titulación de tierra, no sólo distribuye riqueza a los que les pertenece, sino le da acceso a crédito a cientos de miles de panameños.
Yo usaré toda mi experiencia y conocimientos de empresa para traer inversión que van a generar empleos sostenibles.
Estos cambios pondrán al país en excelente posición para cuando llegue el rebote económico.
Claro que algunos dirán, que estos cambios deben de esperar porque nuestra situación económica nos impide invertir en nuestro futuro.
Los que defienden la misma política de siempre dirán que tenemos que usar la situación económica como excusa para cruzarnos de brazos.
Pero la verdad es totalmente lo contrario.
Estamos enfrentando una crisis económica que requiere nuestra acción inmediata.
No podemos demorar el apoyo económico que necesitan nuestros trabajadores y sus familias que ven que la tormenta se les viene encima.
Ahora vemos más claramente que los cambios y promesas que hicimos en campaña no solamente eran buenas ideas por sí mismas. Son parte integral del plan del estímulo económico que nuestro país necesita urgentemente.
Tenemos que tomar medidas anti-cíclicas para asegurar, que no sólo mantengamos el nivel de empleos, si no lo hacemos crecer.
Una cosa les puedo asegurar:
No hay tormenta que dure para siempre.
Las tormentas son pasajeras… y el mal tiempo y mar picado, si los sabemos manejar, siempre nos llevan a un destino más próspero.
Y es allá hacia donde vamos. Hacia un mar de empleos, de crecimiento y prosperidad.
Y cuando nuestros hijos lean este capítulo de nuestra historia, que esto sea lo que esté escrito ahí:
“Ellos cumplieron con su deber y pusieron los intereses del pueblo primero.
Ellos sacaron a Panamá de la tormenta y la llevaron a ser uno de los países más prósperos del mundo entero”.