Existen muchos rumores y comentarios imprecisos sobre la designación por Estados Unidos de la Organización de Lavado de Dinero Waked. Hoy quiero brindarles información clara de lo que ha ocurrido y nuestra justificación para las acciones tomadas.
Las designaciones se basan en investigaciones extensas, que han tomado más de una década, y donde Estados Unidos hizo una revisión exhaustiva de la información proveniente de más de siete dependencias del gobierno americano.
Comprobamos nuestros datos. Comprobamos las evidencias. Confirmamos que la Organización Waked estaba involucrada en el lavado de dinero en varios países.
Por años, Nidal Waked, Abdul Waked y sus cómplices abusaron del sistema financiero de los Estados Unidos y Panamá. Conjuntamente lideraron una organización que ha lavado dinero procedente del narcotráfico.
Estos dineros provenían de maletas llenas de efectivo, falsificación de facturas y otros métodos del lavado de dinero a favor de múltiples organizaciones internacionales de narcotráfico que están entre las más inescrupulosas del mundo.
Por ende, Estados Unidos los ha designado en la llamada lista Clinton.
Además—por vía judicial—Estados Unidos ha acusado a Nidal Waked como uno de los narcotraficantes y lavadores más importantes del mundo.
Por mi experiencia trabajando en Colombia y México, yo se que el impacto de los criminales y lavadores de dinero sobre gente inocente y trabajadora puede ser devastador. Ya sea el panameño de a pie o un mexicano atrapado en el cruce de fuego entre los carteles—todos son víctimas. Los empleados inocentes de las empresas propiedad de los lavadores de dinero pagan los platos rotos de los dueños.
Estados Unidos tiene la responsabilidad de proteger a sus ciudadanos de tales delitos.
Así como la ley panameña lo contempla, la ley americana nos otorga la autoridad civil de congelar los activos y negarles a los implicados el acceso a nuestro mercado.
Esto es lo que hicimos la semana pasada.
Entiendo que muchas personas están preocupadas por los efectos que estas designaciones puedan tener aquí en Panamá.
Aunque hubiéramos podido emitir las designaciones y quedarnos de brazos cruzados, Estados Unidos ha tomado la medida extraordinaria de expedir varias autorizaciones temporales que ofrece el espacio para que el gobierno panameño y los Waked encuentren una solución que minimice los posibles efectos dañinos sobre los inocentes. Estas autorizaciones temporales se llaman “licencias.”
En particular, extendimos una licencia para asegurar que los periódicos La Estrella y El Siglo puedan operar. Lo hicimos por respeto a su integridad periodística y por nuestro compromiso con la protección de la libertad de prensa.
Es importante entender qué son y cómo funcionan estas licencias.
Una licencia significa que los ciudadanos americanos pueden continuar realizando negocios normales con la entidad designada. Por ejemplo, yo seguiré suscrito a La Estrella, y lo estaré mientras ellos tengan esta licencia.
Desde la semana pasada estamos trabajando en conjunto con las autoridades panameñas para tratar de mitigar aún más el impacto económico de estas designaciones sobre el pueblo panameño – incluyendo la fuerza laboral.
Tengo que aplaudir los esfuerzos del MEF, MITRADEL, y MICI por el trabajo duro en buscar un camino para proteger a los empleados afectados.
Estamos avanzando en la obtención de nuevas licencias que permitirán que algunas empresas sigan funcionando y preservando más empleos.
Como resultado de estas conversaciones, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos expedirá hoy dos licencias más, autorizando acceso específico al sistema financiero americano—que de otra manera—estaría prohibido.
Otra vez tengo que resaltar la dedicación y el empeño del equipo de la comisión del gobierno de Panamá en esta labor. Su entrega y su corazón han sido evidentes.
Ahora los Waked deben negociar en buena fe con el gobierno panameño para preservar la mayor cantidad de empleos y causar el menor daño posible a los múltiples sectores donde tienen sus empresas.
Proteger la integridad de nuestro sistema bancario no es una injerencia indebida. Es un reconocimiento que Panamá y Estados Unidos estamos comercialmente vinculados, como todos en esta economía globalizada.
Pero más allá que los nexos económicos, estamos unidos por los valores de transparencia, rectitud, y decencia.
Y como ejemplo de esto quiero que sepan algo: Cuando yo le avisé al Presidente Varela de la designación de la organización Waked, su primera reacción fue, “¿Cómo podemos preservar la mayor cantidad de empleos?”
En eso estamos—con buena fe y una entrega común.
En los pocos meses que he estado aquí he conocido tantos buenos y dignos panameños que reconocen que el juega vivo y el secretismo no les lleva a ningún lado.
Los narcos y sus lavadores no quieren a ningún pueblo; sólo se preocupen por su plata. En los días venideros seguiremos colaborando con respeto y mutuo interés con el gobierno panameño para ver si hay más licencias que podamos emitir para minimizar los efectos sistémicos sobre los acreedores y la gente inocente.
Gracias.