Por: Luis Polo Roa
Mediante un comunicado enviado a los diversos medios de comunicación, el Comité Ejecutivo del Partido Alternativa Popular exige una urgente Plan Económico en el país.
El comunicado indica que esta solicitud se basa en el análisis de los informes de la crisis económica internacional, desatada en Estados Unidos a consecuencia de la llamada crisis inmobiliaria de las hipotecas sub prime y los altos costos del petróleo, la cual ha derivado en una recesión económica y en pronunciadas caídas de las bolsas de valores del mundo, y que está teniendo repercusiones “nefastas” sobre la economía panameña
En ese sentido exige al gobierno del presidente Martín Torrijos la adopción inmediata de un plan de emergencia económica.
El comunicado destaca algunos elementos, que según el CE del colectivo, se deben considerar para el planteamiento de un plan económico, urgente:
El PLAN ECONÓMICO DE URGENCIA que el país requiere, y que el PAP se compromete a implementar si llegamos a ser gobierno, tiene los siguientes objetivos:
REVISIÓN DEL ONEROSO PROYECTO DE AMPLIACIÓN DEL CANAL, porque es inviable financieramente. Esto permitiría mantener el programa de modernización del Canal, a la vez que reasignar gran parte de los B/. 5,200.00 millones proyectados de la ampliación a un plan económico que fomente el empleo estable y bien remunerado, la salud y la educación, así como una inversión urgente en la producción nacional, empezando con el respaldo a los productores nacionales de alimentos, para asegurar comida, barata, al pueblo panameño.
POLÍTICA ENERGÉTICA DE SEGURIDAD NACIONAL, empezando por la renacionalización de la producción y distribución de electricidad, rompiendo los monopolios privados que especulan con este sector vital. Además se requiere la urgente adquisición de petróleo más barato, aprovechando la propuesta de un grupo de transportistas, encabezado por Hugo Polo, de importar combustible directamente de PDVSA, la oferta hecha por el presidente venezolano para instalar en Panamá una refinería estatal y la entrada de nuestro país al acuerdo de PETROCARIBE. Sólo así controlaremos los precios e impediremos el efecto inflacionario que están teniendo.
POLÍTICA URGENTE DE SEGURIDAD ALIMENTARIA que empiece por el rechazo a los TLC y adopte medidas de protección y apoyo a los productores nacionales a través del crédito barato, asesoría técnica, precios sostén, comercialización estatal mediante una cadena de mercados públicos. Tal y como ONAGRO ha demostrado que se puede hacer, para beneficio de productores y consumidores. Así mismo se requiere una flexible política arancelaria, que proteja los productos nacionales que debemos garantizar aquí (carne, lácteos, arroz, maíz, azúcar, textiles, etc.) y que sea blanda con aquellos productos que debemos importar.
CONGELACIÓN DE PRECIOS DE LA CANASTA BÁSICA como única forma de asegurar a la población el acceso barato a lo indispensable para la vida, controlando la inflación que ha desmejorado en 20% los ingresos de las familias panameñas. Para compensar esta pérdida de poder adquisitivo, se requiere un AUMENTO GENERAL DE SALARIOS, empezando con un ajuste de las jubilaciones y pensiones de la CSS para equipararlas al salario mínimo. En el resto de los productos y servicios debe haber un control de las ganancias, de modo que se impida la especulación para que la gente tenga acceso a bienes de consumo y, sobre todo, crédito sin que sectores comerciales y financieros nos chupen la sangre con los altos intereses.
QUE EL GASTO PÚBLICO PRIORICE SALUD Y EDUCACIÓN, garantizando un acceso universal y real a estos objetivos sociales, y no como lo está haciendo el actual gobierno, que fomenta la privatización de la salud, subsidia la educación privada y gasta cientos de millones en inversiones cuestionables, como la llamada Cinta Costera de la ciudad de Panamá. De esa manera se tendrán recursos para financiar, en materia de SALUD: un Centro de Salud en cada corregimiento, un real y completo abastecimiento de medicinas en clínicas y hospitales; y en materia de EDUCACIÓN: una inversión en infraestructuras, en capacitación docente, en una reforma educativa integral para el desarrollo, en investigación y en una articulación académica de los diversos niveles educativos.
PAP dice que estas medidas mínimas salvaría al país de mayores sufrimientos de los que actualmente se padecen. “Pero también estamos convencidos que ni los actuales gobernantes del PRD-PP, ni la falaz “oposición” (Panameñista, Vanguardia Moral, CD, UP, etc.) serán capaces de tomarlas, pues todos sirven a sectores económicos antinacionales con afán desmedido de lucro”.