Hoy, la Asamblea Nacional concluye de manera exitosa su segundo periodo ordinario de sesiones. Quiero, antes que nada, expresar mi más sentido reconocimiento a todas y a todos ustedes, compañeras y compañeros diputados, por su voluntad y su esfuerzo para trabajar a favor de las mejores causas de Panamá.
También agradezco a todo el equipo de asesores, al personal administrativo y a todas y todos nuestros amigos trabajadores de la Asamblea.
Gracias a todos ustedes por su esfuerzo diario para que esta gran institución siga funcionando en beneficio de Panamá.
Hoy, la asamblea Nacional se ha consolidado como una institución que actúa con responsabilidad, una institución en la que la pluralidad es sinónimo de diálogo y avance.
Panamá hoy cuenta con una Asamblea más sólida, responsable y eficaz y ese es un logro colectivo que fortalece a nuestra democracia.
Este es un momento propicio para hacer un balance de lo que hemos logrado trabajando de manera coordinada.
Quiero comenzar refiriéndome, brevemente, a algunas de las reformas que se han aprobado a lo largo de este periodo.
Reconozco aquí el esfuerzo, la visión y la voluntad de mis compañeras y compañeros legisladores, quienes han hecho posible estas acciones. Destaco sólo algunas:
Se han presentado 213 proyectos de ley, de los cuales 154 son iniciativas del Legislativo, 44 del Ejecutivo, uno del Órgano Judicial y 14 son de otras instituciones. De este total, 81 han recibido tercer debate y 48 han sido sancionados.
Hasta la fecha se han ratificado a 97 funcionarios y se efectuó el nombramiento del contralor, Federico Humbert, y la subcontralora Nitzia de Villarreal.
La Asamblea Nacional recuperó el papel fiscalizador de este órgano del Estado aprobando la citación de 18 funcionarios entre ellos, del exdirector de la Caja de Seguro Social, Guillermo Sáez Llorens; la excontralora Gioconda de Bianchini; del ministro de Seguridad, Rodolfo Aguilera; el director de la Policía, Omar Pinzón, el director de Migración; Javier Carrillo; del administrador de la Autoridad del Canal de Panamá, Jorge Luis Quijano, y del administrador de la ASEP, Roberto Meana, entre otros.
Proyectos aprobados más importantes
1. Crea el Ministerio del Ambiente
2. La Carrera Judicial
3. Supervivencia para las víctimas de dietilenglicol
4. El contrato suscrito entre el Estado y la sociedad PSA Panamá International Terminal, S.A., para el manejo y transporte de contenedores.
5. Acuerdo comercial entre Panamá y Trinidad Tobago.
6. Ley 25 de Transformación Agropecuaria (asistencia para el agro)
7. Las reformas los artículos de la Ley 41 de 20 de julio de 2004 del Área Panamá-Pacífico.
8. Protección de Humedales en la Bahía de Panamá (Sitio Ramsar)
9. Se equiparó el impuesto selectivo de consumo de las bebidas alcohólicas, el cual representa más de 80 millones anuales que ingresarán cada año al fisco. De estos, alrededor de 16 millones irán al IVM de la CSS y al concluir este periodo se proyecta que habrá ingresado alrededor de 64 millones al programa.
10. Se aumentó la beca universal.
11. Se amplió la cobertura del programa 120 a los 65 años (asistencia a adultos mayores).
12. Régimen especial de donación de alimentos.
13. Sobre el voluntariado en la República de Panamá.
14. La protección a la población que sufre enfermedades raras.
15. El Tratado de Libre Comercio entre los Estados Unidos Mexicanos y Panamá.
16. Que prohíbe la venta de bebidas alcohólicas en farmacias.
17. Amnistía para los que participaron en las protestas de Bocas del Toro
18. Además se rediseñó la plataforma digital para darle mayor accesibilidad al público y reforzar la transparencia en la información y se trabaja para iniciar el sistema digital en el Canal Parlamentario.
Diputadas y diputados de la República:
Nuestro país vive un momento histórico. En un mundo que todos los días sufre los estragos de la pobreza, la guerra y la corrupción, además de una fuerte recesión en las economías más desarrolladas y de una desaceleración en las grandes economías emergentes, Panamá tiene sus finanzas en orden, un presidente fuerte y un gobierno que pone al pueblo primero.
Hay una inercia positiva que debemos aprovechar.
Esta es, sin duda, una coyuntura propicia para el impulso de iniciativas y leyes que nos permitan aprovechar el potencial de nuestro país.
Sin embargo, hay dos reflexiones que quiero dejar sobre la mesa y en este Pleno:
Primero, no es posible intentar que el país avance en lo económico y que retroceda en lo político. Es fundamental la voluntad real de todos los actores políticos e institucionales para respetar las reglas y las instituciones del juego democrático.
Nuestro país es y seguirá siendo una democracia y en ella los protagonistas deben ser los ciudadanos, la pluralidad, el diálogo y el respeto a las leyes.
Segundo, para que las leyes sean exitosas y duraderas, tienen que construirse mayorías amplias. Y el espacio para construir estas mayorías no es otro más que el Poder Legislativo.
Es aquí donde está la representación popular. Es aquí donde todos los sectores de nuestra sociedad pueden y deben hacer oír su voz.
Y el signo del Poder Legislativo es el de la pluralidad y el disenso que obliga al diálogo, a la inevitable tarea democrática de escuchar posturas distintas y construir puentes entre ellas.
Cuando aquel jueves 30 de Octubre de 2014, a las 9 de la noche, en este mismo lugar nos despedíamos hasta el año siguiente sin haber designado al Contralor ni a la Subcontralor de la República, muchos subestimaron la capacidad de esta Asamblea, la capacidad de este órgano del Estado de encontrar consenso para deponer intereses personales. Fue así y en pro de la Patria como pudimos ponernos de acuerdo para designar de manera, casi unánime, a dos excelentes profesionales a los cargos de contralor y subcontralor para cumplir la Asamblea con su responsabilidad constitucional. Me refiero al Ing. Federico Humbert y la Ing. Nitzia de Villarreal, respectivamente. Ya hemos ratificado a un total de 97 funcionarios.
Trabajamos en equipo, aunque mantengamos nuestras diferencias como partidos politicos, aplicando aquí la necesidad de edificar, de crear y de construir una Cultura del Encuentro, como lo predica el Papa Francisco, y que así como se hizo posible cuando el sábado 11 de abril el presidente Obama y Raul Castro se daban la mano en la cumbre histórica. Así mismo, esta Asamblea ha actuado este año velando por el futuro de un país.
Mi norte ha sido estar en sintonía con ese mensaje al ratificar de forma unánime a una procuradora que, estamos seguros, le garantizará al pueblo panameno una administración de justicia imparcial y eficaz.
Dimos muestras de compromiso para eliminar la corrupción cuando por primera vez en la historia la Comisión de Credenciales, a través de una subcomisión de garantías, realizó un juicio histórico ejecutando el Sistema Penal Acusatorio y logró la condena del magistrado de la Corte Suprema de Justicia Alejandro Moncada Luna a 60 meses de prisión.
Un gobierno honesto es esencial para que nuestro país siga en franco crecimiento. Para eso tenemos que enviar al mundo el mensaje claro de que estamos en contra de la corrupción, porque queremos poner cada dólar al servicio del pueblo. Se perdió un momento importante para lograr con éxitos lo que habíamos avanzado, no pierdo la esperanza y seguiré trabajando fuertemente para cumplir con los sueños de un pueblo que necesita creer de la Asamblea Nacional.
Los retos todavía son muchos y exigen que no bajemos la guardia. Confío en que en los años por venir, seguiremos trabajando con ese mismo compromiso, con esa misma responsabilidad y, sobre todo, con ese mismo amor por Panamá.
Sólo cuando se actúa con verdadera generosidad, con responsabilidad, visión y espíritu genuinamente democrático los resultados de las leyes son positivos y generan frutos que trascienden generaciones enteras.
En la Asamblea Nacional seguiremos impulsando las reformas que Panamá necesita y seguiremos combatiendo la corrupción, sin importar quién caiga.
La próxima presidencia deberá ser mejor, continuar con el legado que se está construyendo para el beneficio del país. Vienen cosas importantes que necesitarán de la madurez política de todas las bancadas, una administración legal y transparente que le dé continuidad a los proyectos.
Finalizo agradeciendo a mis compañeras y compañeros diputados de todos los partidos políticos. Su trabajo profesional y eficaz fue decisivo en momentos sumamente complicados para la Asamblea Nacional, y fue clave para que pudiéramos superar importantes desafíos.
Hoy podemos mirar hacia atrás, compañeras y compañeros diputados, y sentirnos satisfechos por los avances alcanzados.
Ser presidente de la Asamblea Nacional es uno de los mayores honores a los que puede aspirar cualquier panameño. Muchas gracias a todos y a cada uno de ustedes.
Muchas gracias y que dios los bendiga.