Hermanos y hermanas convencionales del Partido Panameñista. Amigos y amigas de la gran familia panameñista, molirenas e independientes. Panameños y panameñas que nos ven y escuchan en todos los rincones de esta noble tierra. Buenas tardes y gracias por su presencia en este acto, un paso más en la consolidación de esta gran Alianza Programática, que asegura “Un Nuevo Camino” a partir del próximo 1 de julio de 2009.
Doy gracias a Dios por este día, porque a pesar de las lluvias de ayer – que seguramente algún candidato celebró pensando que nuestra convención no se realizaría – hoy estamos aquí diciendo presente, en cuerpo y alma.
Anoche, cuando el torrencial aguacero arreciaba y nos llegaban informes de los daños que causaban en Chiriquí y Bocas del Toro, mi familia y yo comenzamos a pedir por todos ellos. Grande es mi sorpresa al ver delegaciones de esas dos provincias que aquí dicen presente. Gracias Chiriquí. Gracias Bocas del Toro por su apoyo incondicional. Ustedes están aquí. Yo estoy con ustedes.
Miles de hombres y mujeres han viajado desde las montañas, los barrios, el campo, desde las ciudades de toda la geografía nacional ante el llamado de un partido renovado, un partido de valores, tradición y doctrina, que enrumbará los senderos de la patria, teniendo como norte una unidad de destino: el bienestar de todos los panameños.
Bienvenidos a esta gran Ciudad de Chitré, en la pujante Provincia de Herrera, ciudad en la que nadie es forastero. De aquí vienen mis raíces de las que estoy profundamente orgulloso.
Aunque me eduqué en la ciudad capital, nunca he olvidado que vengo de aquí, cuna de la cultura y el folclore de nuestro país. Mi alma, mi mente y mi corazón, siempre han estado en la campiña panameña. Hace más de cien años en estas tierras mi abuelo decidió establecer su vida y formar una familia. Al pasar los años, hemos crecido, pero siempre volvemos aquí, porque guardamos un especial cariño por esta parte de nuestro Panamá, donde el hombre y la mujer del campo luchan a diario, con amor por trabajar la tierra. Qué orgulloso me siento de esta tierra que hoy nos recibe con cariño sincero. Gracias Chitré. Gracias Herrera.
Este es nuestro partido. Así comenzó y es aquí, en el campo – donde no entran las encuestas – donde radica nuestra fuerza. Me siento orgulloso de presidir un partido fundado por dos hombres del campo como lo fueron Harmodio Arias y Arnulfo Arias, quienes pusieron los cimientos de lo que hoy es el glorioso Partido Panameñista. Partido de hombres y mujeres luchadores, que no se rinden ante la fuerza de las armas, ni ante los poderes económicos que han tratado de acabar con él y con Panamá. Al contrario, partido que se engrandece ante los retos y que persevera con optimismo y alegría para cumplir con la nación panameña. Con sus aciertos y con sus errores, este partido ha contribuido al engrandecimiento de la nación y a la consolidación de la democracia, en momentos en que algunos preferían posar en fotografías con la dictadura militar.
Lucha. Esta es una de las palabras que define mi participación en la vida pública. Como ciudadano, nunca he tenido las cosas fáciles. Luché contra la dictadura militar. Luché contra la reelección del ex presidente Ernesto Pérez Balladares, luché por la democracia en nuestro partido, por la esencia de nuestra doctrina y por ello, una vez fui expulsado; por mantener mis principios y los valores de la doctrina que nos legara el Dr. Arias. Mi vida ha sido una vida de lucha. Con la ayuda de Dios, de mi familia y de hombres y mujeres responsables y de buena voluntad, como ustedes, hoy estamos aquí, para servir.
He luchado al lado de grandes hombres como lo son Alberto Vallarino y Marco Ameglio. Gracias a ellos y a la apertura democrática que propició Marco, hoy tenemos un partido más democrático, más fuerte, más moderno, más unido. Un partido que está listo para vencer el 3 de mayo y listo para gobernar a partir del 1 de julio de 2009. Porque no lo duden: Juntos Vamos a Vencer.
Somos un nuevo partido. Hoy, rodeados de las aguas del río La Villa, les digo que nunca nadie se baña en la misma agua del río. ¡Se equivoca el que diga que este es el mismo partido!
Así como el río cambia porque brota agua limpia y pura, así ustedes, son esa agua nueva que purificó al glorioso Partido Panameñista. Tenemos la misma doctrina, los mismos principios, los mismos valores, pero somos gente nueva, nueva sangre, nueva fuerza.
Siéntanse orgullosos de ser panameñistas. Somos el presente y el futuro de un partido que pertenece a las bases y no a los caprichos dementes de una persona. Este partido es de ustedes y son ustedes los principales artífices del nuevo camino. Son ustedes el agua viva y fresca de manantial que nos llevará al triunfo el 3 de mayo.
Somos un río nuevo, con sangre nueva; y de este río brotará agua para todo el pueblo panameño.
¿Cuál es el reto?, ¿a qué nos enfrentamos?
Nos enfrentamos a sectores políticos y económicos que no quieren que nada cambie, que se atemorizan cuando ven que la maquinaria y la mística de este partido comienza a moverse. Por eso nos atacan.
Los ataques a Juan Carlos Varela, no son a la persona sino a sus ideales, a sus principios, a sus valores, a sus luchas, que los representan a ustedes aquí hoy. Somos un movimiento popular, de gente sencilla y honrada, con el optimismo y la garra de luchar hasta el final. Porque, óiganlo bien, no se equivoquen. ¡El que crea que este partido se baja antes de mayo, no conoce a Juan Carlos Varela y no conoce al Partido Panameñista!
Nos enfrentamos a un gobierno que con su ex ministra candidata pretenden engañar al pueblo. Este ha sido un gobierno sectario, que no ha escatimado esfuerzos en la utilización de los recursos del Estado para fines políticos, para la consolidación de una agenda política: el fortalecimiento de su partido. Se han olvidado del resto de los panameños y panameñas que no son perredé.
Ya está bueno de “piezas de bronce robabas”, del “uso político del Fece”, “de barracas y casas condenadas”, “de corrupción en la contratación de productos y servicios”, “de ministros acusados de delitos graves”. Ya está bueno de los intentos de remilitarizar Panamá. Han incumplido sus promesas de más trabajo, más seguridad y cero corrupción. El gobierno de Martín Torrijos ha fracasado en su gestión y así fracasarán en las próximas elecciones.
Enfrentamos a otro candidato que ha formado parte de dos gobiernos, que ha sido ministro y que nunca cambió nada cuando tuvo la oportunidad de hacerlo. A un candidato que apoyó la reelección del ex presidente Balladares, que fue cómplice de las privatizaciones y que ahora se presenta como el candidato inmaculado para gobernar el país.
Amigos y amigas, pueblo panameño. El cambio somos nosotros. Somos nosotros los únicos que representamos el cambio verdadero de cuerpo y alma, para liderar las transformaciones que necesita esta patria, para caminar por Un Nuevo Camino que beneficie a todos los panameños, sin distingos de raza, credo, sexo, condición social o partido político.
Muchos se ofenden ante la agresividad de la campaña sucia que lleva adelante el otro candidato. Ahora le ha dado por compararnos con un burro.
No se ofendan. No me ofendo.
¿Saben por qué?
Porque ese animal es fiel, dócil, leal, fuerte, trabajador, humilde y sirve a su amo sin descanso. No me ofendo, porque el burro y el caballo son los que en nuestra campiña panameña trabajan desde madrugada para sacar el guarapo en el trapiche, para que luego el hombre y la mujer hagan la raspadura que endulza la vida de miles de familias de esta patria. No me ofendo, porque Dios hecho hombre escogió a un borrico para que le diera calor en el pesebre. No me ofendo porque Dios hecho hombre lo escogió como trono para entrar aclamado como Rey a Jerusalén. No me ofendo porque ese animal tiene las orejas paradas para escuchar las peticiones de su amo y corresponder. Para eso estoy yo aquí: para escuchar, para servir, para ser fiel a mi mujer, a mis hijos, a mi país; para trabajar sin descanso y lograr el cambio verdadero que necesita nuestra nación.
El amo de este burro de carga lo es el pueblo panameño, sus sueños, sus esperanzas, su fe; no el dinero y el afán de gloria, amo de muchos políticos panameños.
¿Qué es el Nuevo Camino?
Un Nuevo Camino son mejores días para todos los panameños: mejores salarios, una jubilación básica de B/100.00 para los no jubilados mayores de 70 años, bonos para las madres de familia en condiciones de pobreza, bonos para promocionar las viviendas de interés social, becas de excelencia para promover la educación superior de miles de jóvenes de nuestra patria. Todo esto con criterio social y no con el criterio político partidista con que el actual gobierno ha manejado los planes sociales.
Este Nuevo Camino tiene tres pilares fundamentales:
1. Crecimiento con equidad
2. Criterio social para la utilización de los recursos del Estado
3. Mejoramiento de los servicios públicos (educación, salud, transporte, etc)
Ya lo dije en el Encuentro Presidencial de la semana pasada. El gobierno perdió la guerra contra la inseguridad, se han dejado ganar por las pandillas, por la delincuencia. Han sido un gobierno de mano floja.
Mi gobierno será un gobierno de Manos Limpias y Mano Firme. Les daré 90 días a los pandilleros para que dejen sus armas y se reintegren a la sociedad a través de los programas que implementaremos. Una vez pasados los 90 días, vamos con todo para recuperar la seguridad y la paz social en la sociedad panameña.
El sector agropecuario será prioridad en mi gobierno. Los respaldaremos ampliando nuestra frontera agrícola y dándoles las herramientas para que sean competitivos, para que sus productos lleguen al consumidor nacional y no se pierdan, producto de los caprichos y negociados entre el gobierno y los dueños de supermercados.
Hacen falta más de 100 mil viviendas de interés social y trabajaremos en ello a partir del 1 de julio y durante los 5 años que gobernaremos con transparencia, equidad y honradez este país.
Los servicios que ofrece el gobierno los vamos a mejorar. Basta de que se diferencie al trabajador público del trabajador en el sector privado. Todos tenemos que trabajar con la misma ilusión y con la misma voluntad, con los mismos incentivos para construir este país.
Un sistema de salud preventiva eficiente, la construcción de escuelas de excelencia, un transporte digno y la construcción de infraestructura respetando el medio ambiente. Estos son algunos de los compromisos que adquirimos con ustedes para ofrecerles este Nuevo Camino.
Necesitamos el apoyo de todos para lograr este cambio. Todos tenemos el derecho de disfrutar del crecimiento económico que experimenta Panamá. Para ello, cada provincia debe orientar su educación y economía hacia las fortalezas que tiene.
Chiriquí, Azuero, Coclé y Bocas del Toro, agricultura y turismo; Veraguas, centro del conocimiento; Colón, centro marítimo y comercial; Panamá Oeste, centro logístico; Panamá Este, centro para ampliar la capacidad de vivienda en Panamá; Darién, centro de especialización agrícola y medioambiental. Hay mucho por hacer.
Vamos a romper la barrera de la desigualdad social y económica, porque hemos venido a servir y no a ser servidos. El que piense en la política como un negocio, se equivocó de partido, se equivocó de Alianza. En ese caso vayan a la Alianza de la mentira.
En mi gobierno la política será servicio. Los que quieran servir, aún están a tiempo de montarse a este barco que llegará a puerto, a buen fin, a pesar de las tempestades. Los que no, pueden irse al Titanic de la mentira, que con sus millones y sus lujos, irá a parar al fondo del mar.
Vienen nuevos tiempos.
Regresen a sus campos, a sus barrios, a sus familias llevando este mensaje: Hoy nosotros, esta Alianza Programática conformada por el Partido Panameñista, Molirena e Independientes, somos los llamados. Y confíen en mí amigos y amigas, el 3 de mayo seremos los elegidos.
Tendremos obstáculos, nos pondrán piedras, encuestas en contra, se nos atravesarán montañas, pero con trabajo, fe y esperanza “las aguas puras de este Nuevo Camino atravesarán las montañas para fertilizar este país que tanto queremos”.
No perdamos la esperanza, tengamos fe porque Juntos Vamos a Vencer.
Dios los bendiga, Dios bendiga a Panamá.