En este hermoso día quiero iniciar dándole las gracias a Dios, a mi familia, mi esposa Lorena, mis hijos Giancarlo, Adrian y Stefan, y a este sano y noble pueblo panameño, que me han permitido llegar a este momento histórico para instalarme como Presidente constitucional de la República de Panamá.
Y lo hago aquí en este estadio, donde todos los panameños unidos soñamos, reímos, celebramos nuestras victorias y lloramos por nuestras derrotas.
Agradezco la presencia de importantes mandatarios, líderes de la región, delegaciones, de estudiantes y del pueblo panameño en este acto.
En el día hoy celebramos la victoria de nuestra democracia que es la victoria de Panamá.
A partir de este momento, apegado a las leyes y la constitución de nuestro país, me separo de mis responsabilidades político-partidistas y asumo mi única responsabilidad:
“SER EL PRESIDENTE DE TODOS LOS PANAMEÑOS Y SERVIRLES CON AMOR, PASIÓN Y ENTREGA DURANTE LOS PRÓXIMOS CINCO AÑOS”
La única bandera con la que gobernaremos será con la bandera de Panamá para todos los panameños.
Así lo haré siempre, apegado a las enseñanzas de mis abuelos, de mis padres, mis profesores y los sacerdotes jesuitas, que me enseñaron desde joven a luchar por la justicia social, siempre basado en el amor al prójimo.
Les habla el nieto de un humilde inspector sanitario, de una maestra del campo y un inmigrante campesino español.
De ellos aprendí que el trabajo arduo y la honestidad son claves para alcanzar el éxito en la vida.
En este momento, recuerdo a mi abuelo Esequiel, que en su último día de trabajo en Chitré, como inspector sanitario, se despidió de sus compañeros, con su casco y un lápiz en la oreja.
El casco era suyo pero el lápiz le pertenecía al municipio.
Al día siguiente ya jubilado regreso a su despacho a devolver el lápiz que se había llevado sin darse cuenta.
También recuerdo las cartas de mi abuelo José a su hermana desde Pesé, donde le decía que no podía vivir tranquilo rodeado de personas que les hacía falta algo y que trabajaría como lo hizo durante toda su vida para ayudar a los demás.
Durante mi visita a la Escuela Normal de Santiago, recuerdo las memorias de mi madre, cuando se graduaba de maestra. Ella le pedía a Dios que lo que más quería era ser una buena maestra.
Hoy le pido a ella, que interceda ante él para que me ayude a ser un buen Presidente y que la honestidad y sencillez de mi padre me acompañen siempre.
Todos ellos son mi inspiración.
Con este legado de honestidad y justicia social y con el amor que mis padres me dan desde el cielo, trabajaré sin descanso a favor de este pueblo que me dio la oportunidad de servirle.
El día de hoy iniciamos una nueva era de nuestra república y nuestra democracia.
Una era de paz, tolerancia, consenso, unidad y justicia social con un gobierno que pondrá al pueblo primero en todas sus decisiones.
Le devolveremos la fortaleza y credibilidad a nuestra democracia y sus instituciones.
Vengo a solucionar los problemas y no a crearlos.
Acepto la responsabilidad histórica de dirigir este país consciente de los grandes retos que tenemos por delante:
Mantener el crecimiento económico con equidad, enfrentar la deuda, aumentar las inversiones, luchar por la transparencia y llevar adelante un proceso de justicia y recuperación patrimonial, con respeto al Estado de Derecho.
No será una tarea fácil. El daño hecho a nuestra democracia y a nuestras instituciones fue grave.
Sin embargo, estoy convencido que en la justicia, la verdad y la rendición de cuentas encontraremos la paz social.
El proceso de reparación de nuestra democracia comienza hoy y lo haremos realidad al mismo tiempo que trabajamos para cumplir la agenda de nuestro gobierno.
A partir de hoy, nadie en nuestro país está por encima de la ley.
Actuaremos con la fortaleza necesaria para hacer respetar las leyes. Tenemos leyes suficientes, lo que hace falta son hombres y mujeres que las hagan cumplir.
A eso he venido.
En este momento me comprometo y comprometo a todos los hombres y mujeres que me acompañan en mi gestión a instalar un gobierno honesto, transparente y eficiente, cuyo único norte será servir al pueblo mejorando los servicios públicos y distribuyendo con equidad las riquezas y el patrimonio que Dios ha legado a este hermoso país.
En presencia de delegaciones de todos los países de la región que nos acompañan, deseo dejar claro que la política exterior de nuestro gobierno será de diálogo, convergencia, tolerancia y mediación, en búsqueda del bienestar de todos los pueblos.
El evento de hoy es una antesala de lo que será la Cumbre de las Américas, donde todos los mandatarios de la región, convergerán en este hermoso istmo, en la búsqueda de la unidad e integración regional.
Como Presidente trabajaré sin descanso para que todos los panameños seamos ciudadanos responsables del mundo y para que nuestro istmo sea un punto de convergencia y unión, al servicio de nuestro pueblo y de la comunidad internacional con nuestro canal ampliado, puertos, aeropuertos y la Zona Libre de Colón.
Cumpliendo de esta forma con la responsabilidad global que nos da nuestra posición geográfica.
Seremos parte una generación de hombres y mujeres que serán recordados como una civilización de paz, amor y solidaridad.
Ante todos ustedes, sello mi compromiso de entrega y de asumir este cargo con el único propósito de servir a nuestro pueblo, a la región y al mundo.
Durante los próximos años, haremos obras importantes pero el mayor legado que dejaremos a las futuras generaciones será una democracia funcional, donde los recursos del Estado se usen solamente para servir al pueblo.
Y así, todo el que cruce a la vida pública entienda que su lealtad se debe al Estado y su única misión es servir a sus ciudadanos.
La corrupción no será tolerada en nuestro gobierno.
Basado en este compromiso, a partir de este momento iniciamos lo más importante: La transformación de la política del negocio y el clientelismo, a la política de servicio y visión de Estado.
Fomentaremos la inversión extranjera y el desarrollo del turismo, en búsqueda de generar más empleos con mejores salarios.
Fortaleceremos la seguridad jurídica y respetaremos la diplomacia comercial de países que promueven a sus empresas, eso sí, basado en las más estrictas normas de transparencia y honestidad, en defensa de los intereses de nuestro país.
Al pueblo panameño: gracias por su confianza, no los voy a defraudar.
Trabajaré sin descanso para llevar mejores días a todos los barrios, ciudades y campos de mi país.
Al equipo de trabajo que me acompaña: el trabajo empieza a partir de hoy.
Esta misma tarde firmaré el decreto histórico que establecerá de vuelta controles de precios a la canasta básica, para evitar la especulación.
Que quede claro, soy respetuoso del libre mercado pero alérgico a la especulación con la comida del pueblo.
Hoy mismo iremos a Colón a iniciar el proyecto de renovación de esta hermosa ciudad para que vuelva a ser la joya del Caribe como lo fue en otros tiempos.
Mañana, en San Miguelito, le daremos vida a la fuerza de tarea conjunta que impactará más de 300 mil viviendas dándoles sanidad básica y techos de esperanza a todas esas familias.
Enfocados en mejorar la calidad de vida, vamos a darle a nuestra ciudad un sistema metropolitano de transporte público accesible y eficiente, construyendo las líneas 2 y 3 del metro e incorporando el Metro Bus.
La esperanza regresará a los barrios.
Con nuestro Plan “Barrios Seguros” transformaremos la ciudad de Colón y comenzaremos la transformación de otros barrios olvidados con “Más Oportunidades y Mano Firme”.
Construiremos nuevos centros e instalaciones comunitarias para llevar el deporte y la cultura al alcance de nuestros jóvenes, para que puedan crecer de manera saludable y convivir sanamente.
A las más de 200 pandillas que operan en el país: Les convocamos a una amnistía hasta el 1ro de agosto para que entreguen sus armas, corten sus vínculos con el crimen organizado y pasen a la vida formal.
Actuaremos con mano firme para los que insistan en delinquir.
En los próximos meses, más de mil maestros panameños partirán a formarse en el idioma inglés para iniciar el proyecto de educación bilingüe en todos los colegios del país.
Y a la vez iniciaremos la construcción de colegios vocacionales a nivel nacional.
La Beca Universal será fortalecida y los beneficios de 120 a los 70 se aumentarán a los mayores de 65 años y promoveremos un acuerdo con la Caja del Seguro Social para dar cobertura médica a estos abuelitos en todo el país.
Hemos sido benditos de tener el Canal: una obra al servicio de nuestro país y del comercio mundial.
Como Presidente, me aseguraré que la expansión del Canal sea culminada exitosamente, protegiendo los intereses del Estado panameño.
Desde este lugar, envío un mensaje a todos los productores en Chiriquí y a nuestra gente del campo: ¡Vuelvan a sembrar! ¡Vuelvan a producir!
En la presidencia está un hombre por cuyas venas corre sangre campesina que les dará todo el respaldo que requieren, estabilidad de precios y de mercado para aumentar nuestra producción de alimentos y garantizar nuestra seguridad alimentaria.
A los gremios de salud y educación:
Les hago un llamado de inmediato al diálogo.
La unificación de los servicios de prestaciones médicas no puede esperar.
Los ahorros serán mitad para mejorar el servicio y mitad para mejorar las remuneraciones de nuestros trabajadores de la salud.
A los gremios educativos:
El diálogo en búsqueda de una mejora de la educación y sus condiciones laborales es un trabajo permanente.
Las puertas de la presidencia estarán abiertas a todos los panameños que luchan y trabajan día a día por Panamá.
El respeto y la tolerancia será el norte con todos los sindicatos y gremios del país.
A los estamentos de seguridad:
Hoy inicia una nueva etapa de madurez, respeto y fortalecimiento institucional: Proteger la vida de todos los ciudadanos es nuestra única misión y a partir de este momento, la política partidista sale de una vez por todas de nuestros estamentos de seguridad.
He designado oficiales de carreras para dirigir todos nuestros estamentos de seguridad.
Con ellos y los 15 mil hombres y mujeres que son parte de la fuerza pública, trabajaremos para sacar al crimen organizado, narcotraficantes y lavadores de dinero de nuestros barrios, de nuestro país y nuestra región.
Y así, proteger a nuestros ciudadanos y la integridad de nuestro sistema financiero y logístico.
Panameñas y Panameños:
Vienen mejores días para nuestro país. La contienda quedó atrás.
Todas las autoridades electas tienen una responsabilidad con sus comunidades y nuestro gobierno trabajará con todos ustedes, sin importar a qué partido pertenecen, para servir a la población.
En este momento, convoco a todos los sectores sociales, gremiales y políticos a nivel nacional.
A los 180 mil funcionarios públicos:
Les reitero que soy uno más de ustedes y les pido que trabajemos juntos para transformar Panamá y hacer realidad las propuestas de nuestro Plan de Gobierno, con vocación de servicio y visión de Estado.
Gracias por estar aquí, a los mandatarios, las delegaciones, los estudiantes y a todo pueblo panameño.
Gracias a todos ustedes y a los agricultores, obreros, trabajadores, técnicos, enfermeras, educadores, médicos, empresarios, panameñas y panameños, que día a día arrancan con su esfuerzo y su trabajo los motores de este hermoso país:
Le hago un llamado para que dejemos a un lado cualquier diferencia y encontremos en el progreso y el bienestar de nuestro pueblo, la paz social necesaria para avanzar unidos como nación y darle paso a una nueva era de paz, prosperidad y equidad para todos los panameños y para aquellos que han hecho de esta tierra su nuevo hogar.
Nos une esa causa, trabajemos juntos por un mejor Panamá.
Con mucha humildad, asumo la responsabilidad y el compromiso de instalar un gobierno honesto y transparente que respetará el balance por el cual el pueblo panameño votó en las elecciones, e invertirá las riquezas de nuestro país para impactar y mejorar la calidad de vida de todos los panameños, sin distingo de ninguna clase.
Para que Panamá sea un modelo de democracia, buscaremos siempre la unidad de nuestro pueblo y nuestra región, demostrando que es posible un mundo sin confrontaciones, donde nuestros únicos enemigos serán el hambre, la desigualdad y los problemas que nos afectan.
Panameñas y panameños:
Este es nuestro momento, esta es nuestra era.
Enseñemos al mundo una nueva cara de nuestro país, donde la fraternidad y la justicia social conviven junto con el crecimiento económico en la búsqueda del desarrollo humano sostenible y la cohesión social de esta gran familia, que es Panamá.
Gracias por acompañarme en este día histórico.
Y vamos todos como dice nuestro himno “al trabajo sin más dilación”.
Panamá, la región y el mundo, esperan lo mejor de nosotros y se lo daremos.
“El Pueblo Primero” que es nuestro credo, a partir de este momento, pasa a ser una acción de gobierno.
Un gobierno que pondrá siempre a Panamá primero.
En este momento, les pido a todos los presentes en este estadio y a todos los panameños en nuestras 9 provincias y 3 comarcas, que alcen la bandera de Panamá, como un solo equipo, un solo pueblo y una sola nación, para juntos darle una nueva victoria a nuestro país.
Que dios los bendiga y nos guie los próximos 5 años.
Los quiero mucho!!! Viva Panamá! Viva Nuestra democracia.