Composición de la Misión
Hasta la fecha, el Jefe de la Misión de Observación Electoral de la Organización de los Estados Americanos (MOE/OEA), Embajador José Octavio Bordón, ha realizado dos visitas a Panamá durante las cuales se ha reunido con autoridades electorales, actores políticos, candidatos a diversos cargos públicos, representantes de los medios de comunicación y de la sociedad civil. Las reuniones ayudaron a comprender mejor el contexto político electoral imperante y a conocer las perspectivas de los distintos actores.
A partir de esta segunda visita se instala la MOE/OEA de forma permanente en Panamá. Un Equipo Móvil de tres coordinadores estará recorriendo el interior del país y continuando las tareas de recabar información y recibiendo apreciaciones y opiniones sobre el desarrollo del proceso electoral panameño. Por su parte, el Jefe de la Misión se instalará en Panamá desde el 27 de abril, y permanecerá en el país hasta la proclamación oficial de los resultados.
Paulatinamente estarán arribando al país alrededor de 45 observadores internacionales que se instalarán entre hoy y el 27 de abril. Entre los observadores se cuentan expertos en temas de organización electoral, comunicaciones, informática, tecnología electoral, y análisis político y jurídico. Desde la próxima semana se instalarán subsedes en las nueve provincias del país: Bocas del Toro, Chiriquí, Coclé, Colón, Darién, Herrera, Los Santos, Panamá y Veraguas, lo que le permitirá tener una cobertura amplia del territorio nacional.
Desarrollo del Proceso en la Etapa Pre-Electoral
La Misión ha tenido un recibimiento favorable de los distintos actores del escenario político-electoral panameño, incluyendo al Tribunal Electoral (TE), la Procuraduría General y la Fiscalía, así como representantes de organizaciones políticas y sociales. La Misión ha podido constatar que a pesar de la existencia de un ambiente político complejo y con desafíos particulares, las expectativas en torno al desarrollo del proceso electoral siguen siendo favorables.
Como aspectos positivos se destacan aquellos vinculados a la organización de la contienda. La Misión ha podido constatar que el Tribunal Electoral es una institución que, en general, goza de reconocimiento entre los diversos actores nacionales. El TE tiene capacidad para organizar elecciones de forma transparente y motivación por mejorar e innovar los procedimientos, muestra de lo cual es la implementación, por primera vez, del voto en el extranjero, el derecho al voto de los privados de libertad y el ejercicio del sufragio por parte de personas recluidas en hospitales y centros de atención al adulto mayor. Estas medidas innovadoras representan el compromiso de este organismo de promover la participación político-electoral de sus ciudadanos.
La Misión considera como altamente positivo el hecho que al finalizar cada proceso electoral se convoque de forma regular y permanente a la Comisión de Reformas Electorales, a fin de implementar medidas que den solución o atiendan los retos identificados durante el proceso electoral.
Se destacan, asimismo, los avances alcanzados en la administración electoral y en la eficiencia creciente del máximo organismo electoral panameño. El Plan General de Elecciones (PLAGEL) desarrollado por el Tribunal Electoral para planificar, supervisar y evaluar la ejecución de más de 1,000 actividades que llevan a cabo 23 comisiones responsables de la organización de las elecciones se está implementando hasta el presente de forma adecuada.
El liderazgo del TE en cuanto a temas de comunicación y transparencia se manifiestan también en innovaciones importantes como la postulación y acreditación de los representantes de los partidos políticos a través de Internet. Asimismo, la transmisión vía WAP de los resultados preliminares de la elección para el 88 por ciento de los electores en 81 por ciento de las mesas de votación y en 61 por ciento de los centros de votación, lo que se espera haga posible una pronta divulgación de los resultados electorales preliminares, lo cual sin duda contribuiría a brindar transparencia al proceso electoral y tranquilidad a los actores involucrados.
Consideraciones vinculadas al contexto político electoral
La Misión considera importante destacar que el contexto político de esta elección está afectado por el carácter agresivo de algunas campañas que pueden ser perjudiciales para la democracia del país. Este es un tema que ha sido resaltado por varios de los actores que subrayaron que el carácter agresivo y de violencia verbal existente no se había visto en contiendas electorales pasadas.
A esto se suma la denuncia de la eventual utilización de fondos ilícitos para el financiamiento de algunas campañas electorales que implicó el levantamiento del fuero electoral de distintos candidatos. Adicionalmente las disputas sobre la legitimidad o no de algunas candidaturas, a pocas semanas de la elección, han generado incertidumbre. Estos y otros hechos erosionan la confianza ciudadana en un sistema político institucional que ha venido mostrando progresos significativos en los últimos 20 años.
La Misión también desea resaltar la importancia que tienen los debates públicos que han mantenido los principales candidatos como forma de generar un diálogo ciudadano que contribuya al fortalecimiento de la democracia, a través de la presentación y discusión de propuestas que giran alrededor de temas clave como la economía, la seguridad, la educación, la salud y el transporte público. Aspiramos a que en la etapa final de la contienda sea este espíritu el que aliente los discursos, debates y la publicidad partidaria.
Principales Desafíos
El proceso electoral sin duda ha mejorado desde que se instaló la democracia cuatro elecciones atrás. Sin embargo, las principales debilidades del sistema electoral panameño han sido cristalizadas por las acusaciones sobre la infiltración de dineros ilícitos en el financiamiento de las campañas electorales. No existen suficientes controles ni regulación de la financiación de la política y el acceso a los medios. Se observa, asimismo, una ausencia de falta de rendición de cuentas y transparencia en los aportes privados a campañas electorales.
Esto lo resalta el TE, candidatos e importantes ONG. El Tribunal Electoral promulgó el Decreto No.10 del 24 de marzo de 2009, en materia de financiamiento público, donde se establece que sólo se reembolsará aquella propaganda electoral que esté inspirada en el fortalecimiento de la democracia, el respeto de los derechos humanos y la educación cívica del pueblo. La norma que entró a regir a partir del 1 de abril de 2009, establece que en el actual proceso electoral, se han estado presentando campañas publicitarias distintas a las que debe propiciar el Tribunal Electoral, de conformidad con lo que dispone el Artículo 201 del Código Electoral. En ese sentido el Tribunal Electoral, como administrador del financiamiento público, tomó medidas para que los recursos del Estado a los que acceden los partidos políticos, se enmarquen en el tipo de campaña institucional, pidiendo el voto a favor del partido o de candidatos en particular postulados por la organización.
La Misión ve con optimismo que existan ciertos puntos de consenso entre importantes actores del sistema institucional y la sociedad panameña sobre la necesidad de perfeccionar la legislación existente. Los preocupantes hechos que han enmarcado el proceso electoral demuestran la importancia que tendría llegar a un compromiso preelectoral, entre los principales partidos y candidatos, de elaborar y aprobar en el próximo período institucional este tipo de legislación.
Conclusión
La Misión desea hacer un reconocimiento especial a los casi 20 años de democracia continua, en paz y con alternancia partidaria de los que ha gozado el pueblo panameño. Asimismo, destaca la sólida evolución de la institucionalidad electoral, encarnada centralmente en el Tribunal Electoral, durante estas dos décadas de democracia. A su vez, confía en que este proceso electoral terminará incidiendo positivamente en el sistema político, fortaleciendo la democracia y generando confianza ciudadana. La MOE/OEA continuará atenta a la evolución de las distintas etapas del proceso electoral, conforme a los principios establecidos por la Carta de la OEA y la Carta Democrática Interamericana, en estricto respeto del principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados.