La cancelación de visas para ejercer la prostitución en Panamá, el fin de la emigración ilegal y una política migratoria rigurosa para países cuyos inmigrantes son recurrentes en asesinatos, secuestros y tráfico de drogas, pondrá en marcha el gobierno de Juan Carlos Navarro, durante su primer año de gestión.
Navarro señaló que los problemas de seguridad que confronta el país se agravan aún más con la participación de extranjeros en ejecuciones de personas en sitios públicos y a plena luz del día, el asesinato con los métodos utilizados por los narcotraficantes, los “golpes” millonarios a los bancos y la “trata de blancas” en suelo panameño, todo lo cual crea un clima de violencia muy negativo tanto para los residentes como para los inversionistas.
“Los asesinatos en nuestro país en algunos casos son tan sofisticados que un extranjero llega en un vuelo por la mañana, ubica a su víctima y la ultima de varios disparos en una céntrica avenida de la ciudad, y luego regresa a su país por la tarde como si hubiese venido a cerrar un negocio”, precisó Navarro sobre el grado de peligrosidad de algunas personas que ingresan al país.
El precandidato presidencial del PRD aclaró que los extranjeros que lleguen a suelo patrio para hacer negocios, como turistas, para establecerse en el país o solo de visita, no tendrán ningún problema y serán tratados con toda la hospitalidad propia del panameño, pues la medida solo se aplicará a aquellos extranjeros que violen las leyes panameñas.
Esta medida se verá reforzada con el aumento a 5,000 unidades el pie de fuerza de la Policía Nacional, cuya principal obligación será la protección de los ciudadanos en las calles del país, operativos permanente de profilaxis para erradicar la prostitución extranjera, la conducción de ilegales para su repatriación y la vigilancia de las zonas fronterizas.