Por disposición del Ejecutivo, el ex presidente de la República, Jorge E. Illueca Sibauste recibió -este lunes 7 de mayo de 2012- todos los honores de un funeral de Estado como consecuencia de haber ejercido el más alto cargo público en el país entre el 13 de febrero de 1984 y el 11 de octubre del mismo año.
Illueca Sibuste, un diplomático, abogado e intelectual que se desempeñó como Presidente de la República con rectitud, humildad, sabiduría, decoro y sentido de Patria, falleció el pasado 3 de mayo a sus 93 años de edad.
Sus honras fúnebres se realizaron en la Basílica Menor Don Bosco y fue oficiada por monseñor José Luis Lacunza, quien funge como Presidente de la Conferencia Episcopal Panameña (2010-2013). A eso de las 8:00 a.m. estuvo su cuerpo en capilla ardiente.
A su salida de la Basílica Menor Don Bosco, el presidente Martinelli señaló que personas como el ex presidente Illueca se deben emular y ver su ejemplo. Recordó además que Illueca fue representante de Panamá en las Naciones y Unidas y miembro del Consejo de Seguridad del país.
El Gobierno Nacional, a través de la Resolución de Gabinete No. 44 de 4 de mayo de 2012 y el Decreto Ejecutivo No. 313 de la misma fecha, dispuso la declaratoria del 7 de mayo de 2012 como Día de Duelo Nacional así como el consecuente cierre de todas las oficinas públicas y privadas de la República de Panamá en esa fecha conforme a lo establecido en el artículo 44 del Código de Trabajo y normas concordantes con excepción de las que, por naturaleza de sus funciones, deben permanecer abiertas debido al sensible fallecimiento del ilustre ciudadano Illueca Sibauste.
De igual manera, decretó tres días de reflexión nacional, desde el 4 de mayo, y ordenó que la Bandera Nacional ondee a media asta consecutivamente a partir de la fecha en señal de duelo y reflexión.
Tras conocer la triste noticia, el mismo 3 de mayo, el presidente Ricardo Martinelli, en representación del Gobierno Nacional, expresó su sentido pésame, y destacó que Jorge Illueca Sibauste siempre se distinguió como un notable hombre público, profundos pensamientos e ideales incólumes. Fue un abnegado hijo, respetuoso esposo, ejemplar padre, juicioso ciudadano y un digno ejemplo del foro nacional.
Como parte de los actos del funeral de Estado, al concluir las honras fúnebres, el presidente de la República entregó el Pabellón Nacional a los familiares del ex presidente Illueca como una muestra de reconocimiento del trabajo realizado por este panameño que ocupó el más alto cargo público en el país.