Con el fin de diseñar y proyectar estrategias con sustento científico para combatir la delincuencia en el país, el ministro de la Presidencia, Jimmy Padadimitriu y Modaldo Tuñón, presidente del Consejo de Rectores de Panamá, suscribieron un convenio que permitirá, entre otras cosas, ejecutar políticas de prevención de la violencia y delito de menores de edad, sumándose a los esfuerzos que realiza el Gobierno Nacional como parte del Programa Nacional para la Prevención de la Violencia y la Delincuencia Juvenil.
Papamitriu manifestó que la firma del documento “es un acierto que coloca a nuestro país en la ruta de encontrar salidas justas y necesarias a un problema que no admite más demoras para que sea resuelto”. Destacó que el Gobierno está comprometido en impulsar mecanismos para resolver el problema de la delincuencia, que no será fácil, pero que además requiere la participación de todos los sectores pues “sólo nos queda poner manos a la obra para juntos hacer un mejor Panamá”.
En iguales términos se pronunció Tuñón, quien agradeció la oportunidad que se les da a las universidades de participar y trabajar en un tema tan relevante como la delincuencia, y resaltó que los centros de educación superior pueden contribuir con cambios significativos a través de la educación de nuestros ciudadanos.
“Tenemos el compromiso moral de sumar voluntades y decisiones para conjugar acciones que hagan frente al problema de la violencia y delincuencia juvenil. Reconocemos que se han dado algunos cambios, pero necesitamos muchos más para que Panamá forme a un nuevo ciudadano con sólidos principios, que se opongan al juega vivo y con ello cualidades que nos permitan distinguirnos como país”, expresó el presidente del Consejo de Rectores de Panamá.
El convenio tiene como objetivo promover un acuerdo de cooperación conjunta que facilite la sinergia para el desarrollo humano sostenible de Panamá y se contribuya a la concreción de mecanismos para la prevención de la violencia y la delincuencia juvenil mediante la formación, capacitación, investigación, promoción del voluntariado juvenil, el intercambio de experiencia e intervenciones de campo, entre otros.
Por su parte, Dayra Dawson, directora ejecutiva del Programa Nacional para la Prevención de la Violencia y Delincuencia Juvenil y del Programa de Participación Ciudadana, informó que a partir del próximo año se iniciará la implementación de estrategias concretas que puedan llevar calidad de vida y oportunidades a los jóvenes que aún no ingresan a las filas de bandas y pandillas, también habrá planes enfocados a aquellos que están inmersos en el mundo delictivo, pero que tienen la voluntad de tener una vida más decorosa.
Para esto, explicó, el Programa Nacional para la Prevención de la Violencia y Delincuencia Juvenil ha trabajado intensamente en la elaboración de diagnósticos o informes que permitan una aproximación a la realidad de las diversas comunidades del país. Mencionó que hasta ahora estos diagnósticos y consultas populares se han hecho en la provincia de Panamá en los corregimientos de San Felipe, Santa Ana, El Chorrillo y Calidonia. En Colón, en sectores conocidos como Barrio Norte y Barrio Sur, y se tiene proyectado llegar La chorrera a través de Puerto Caimito.
Dawson agregó que entre los planes también se buscan alcanzar áreas donde todavía no es muy marcado el tema de la delincuencia, pero que requieren estrategias que prevengan realmente el flagelo como, por ejemplo, en el corregimiento de Santiago en Veraguas, y Río Hato, en la Coclé.