Cuando el Estado se reconcilia con la naturaleza: sostenibilidad, liderazgo regional y retos de percepción pública
El regreso del ambientalismo estratégico
En su primer año al frente del Ministerio de Ambiente, el ministro Juan Carlos Navarro ha planteado una gestión que combina una fuerte narrativa de sostenibilidad con un enfoque técnico, territorial y regional. Bajo el lema no explícito pero latente de “liderazgo ambiental con propósito”, el balance de MiAmbiente destaca por su amplitud temática, cobertura nacional, resultados concretos en conservación, y avances significativos en diplomacia ambiental.
La gestión ambiental ya no se presenta como una política marginal o secundaria, sino como un pilar transversal del desarrollo nacional. Este análisis examina el desempeño institucional desde una óptica político-comunicacional, evaluando su eficacia narrativa, sus implicaciones estratégicas, y las oportunidades de consolidar una nueva relación entre Estado, ciudadanía y ecosistemas.
Aciertos: entre la vigilancia activa, la restauración y la diplomacia ambiental
1. Protección de la biodiversidad con tecnología y gobernanza
- Modernización del Parque Nacional Coiba con la instalación de un radar de vigilancia, 30 celulares con EarthRanger para monitoreo en tiempo real, y antenas satelitales para reforzar conectividad.
- 204 nuevos guardaparques capacitados, lo que fortalece el recurso humano clave para la conservación en campo.
- Clínica Veterinaria de Fauna Silvestre, con 750 animales atendidos, simboliza una nueva sensibilidad estatal frente a la vida silvestre.
- 14 embarcaciones decomisadas por pesca ilegal en la Cordillera de Coiba: una señal clara de fiscalización activa con resultados históricos.
Estas acciones reflejan un viraje hacia una conservación científica, vigilada y conectada, donde la tecnología se convierte en aliada de la soberanía ecológica.
2. Proyectos emblemáticos de ecoturismo y restauración
- Centro de Visitantes de San Lorenzo (B/. 7.4 millones) y Sendero al Volcán Barú (B/. 370 mil), proyectos que posicionan a Panamá como destino de turismo de naturaleza con infraestructura de calidad.
- Más de 200 mil visitantes a áreas protegidas, generando ingresos por B/. 694,383.
- Restauración de 890 hectáreas de ecosistemas y creación de 120 empleos verdes con una inversión de B/. 3.3 millones.
- Firma de acuerdos para conservar 171,000 hectáreas de bosque en tres comarcas indígenas.
Este enfoque promueve una visión de sostenibilidad con valor económico, inclusión territorial e identidad cultural, que consolida la legitimidad del Ministerio entre diversos sectores sociales.
3. Liderazgo regional y avances en legislación internacional
- Panamá fue designada sede de la Secretaría Permanente del Corredor Marino del Pacífico Este Tropical (CMAR), reafirmando su papel como líder regional en conservación marina.
- Ratificación de la Ley 442 (Tratado de Alta Mar – BBNJ) y la Ley 470 sobre subvenciones a la pesca (OMC), que vinculan al país con los acuerdos ambientales multilaterales más avanzados.
Estos hitos fortalecen la imagen diplomática de Panamá como actor responsable en los foros ambientales globales, un recurso valioso en negociaciones climáticas y comerciales futuras.
4. Manejo sostenible de cuencas hidrográficas
- Celebración del Primer Congreso Nacional de Cuencas, que visibiliza un problema estructural: la gobernanza del agua.
- Declaración del Humedal Matusagaratí como sitio Ramsar, ampliando el sistema de protección hídrica nacional.
- Inauguración del Laboratorio de Agua Los Canelos, con inversión de B/. 3.1 millones, para monitoreo científico de la calidad de agua en Azuero.
- Conformación de comités de subcuencas para los ríos Matasnillo, Río Abajo y Matías Hernández, en la capital.
- Establecimiento del 15 de junio como Día Nacional de Cuencas Hidrográficas, contribuyendo a la sensibilización ciudadana.
Esta línea de acción vincula la gestión ambiental con salud pública, planificación urbana y resiliencia climática, demostrando una lectura amplia del concepto de sostenibilidad.
Motivaciones políticas e intenciones estratégicas
El informe refleja una intención clara de posicionar a MiAmbiente como:
- Ministerio con poder estratégico: más allá del discurso ecológico, la gestión de Juan Carlos Navarro se articula en torno a seguridad, economía, diplomacia y empleo, lo que permite al Ministerio entrar en el centro del debate político.
- Instrumento de cohesión nacional y presencia territorial: al intervenir en comarcas, áreas rurales, parques y zonas urbanas críticas, el Ministerio actúa como catalizador de Estado, allí donde otras instituciones han estado ausentes o debilitadas.
- Actor global de buena reputación: las ratificaciones de tratados y el liderazgo en foros internacionales proyectan a Panamá como país ambientalmente responsable, lo que puede servir tanto en la política exterior como en la atracción de cooperación y financiamiento climático.
Oportunidades de mejora y críticas constructivas
1. Débil comunicación hacia el ciudadano común
Pese a la riqueza del contenido, el informe tiene un lenguaje técnico, fragmentado y orientado al especialista. No hay narrativa emocional ni traducción de los logros a beneficios cotidianos para el panameño promedio.
2. Falta de indicadores sociales o impacto directo en comunidades
No se cuantifica cómo estas acciones han mejorado la calidad de vida de las poblaciones locales (agua potable, reducción de enfermedades, acceso a oportunidades económicas verdes, etc.). Sin esta dimensión, la gestión puede parecer abstracta.
3. Silencio sobre conflictos ambientales
No se menciona la conflictividad socioambiental en zonas como Donoso, Darién o Panamá Oeste, ni la presión de sectores extractivos. Esta omisión limita la credibilidad del discurso y muestra un relato institucional sin fricciones.
4. Poca participación ciudadana estructurada
Aunque se habla de conservación y protección, no se informa si hubo consultas públicas, cabildos ambientales o procesos participativos reales en la toma de decisiones sobre planes o concesiones.
Recomendaciones comunicacionales
- Traducir el discurso técnico a una narrativa ciudadana, con historias humanas que muestren cómo una restauración o un radar impactan positivamente la vida de una comunidad.
- Lanzar campañas educativas y de apropiación del patrimonio natural, especialmente dirigidas a estudiantes, familias y líderes comunitarios.
- Implementar un sistema público de monitoreo de indicadores ambientales, como deforestación, pesca ilegal o calidad de agua por cuenca.
- Incluir una línea de “conflictos y soluciones” en próximos informes, mostrando cómo el Ministerio gestiona los desafíos reales del desarrollo ambiental.
Gobernar desde la naturaleza
El Ministerio de Ambiente ha demostrado, en su primer año de gestión, que una política ambiental sólida no es un lujo ni un discurso decorativo, sino un instrumento estratégico de Estado. Desde la conservación científica hasta la diplomacia oceánica, pasando por el ordenamiento hídrico y la restauración ecológica, MiAmbiente ha marcado una diferencia clara respecto a administraciones anteriores.
El desafío ahora es ampliar su impacto comunicacional y social, para que el ciudadano entienda que proteger un bosque, declarar un humedal o decomisar una lancha no es solo un acto técnico, sino una defensa directa de su salud, su economía y su futuro.
Porque la sostenibilidad no es un concepto. Es una forma de gobernar. Y este Ministerio, si mantiene su rumbo, puede convertirse en el modelo de cómo hacerlo bien.