Por: Abdiel Augusto Patiño I.
¿Puede haber fraude el domingo 3 de mayo de 2009? Pues en cualquier elección puede haber un fraude, sea donde sea, siempre y cuando se den algunas premisas importantes, siendo la primera de ellas la coyuntura sociopolítica, que se traduce en un desgaste sostenido del sistema político y económico vigente aupado por el régimen de turno, pero no necesariamente impuesto por éste. Si la realidad del sistema político no puede favorecer a los actores políticos de turno, las pretensiones de mantener el poder a costa de un fraude no tendrían cabida. Si no se pueden obtener los beneficios esperados de una continuidad en el poder, ¿para qué insistir en mantenerlo?
Otra premisa es la proyección política del régimen que pretende mantener el poder, incluso a costa de un fraude. Esta proyección política parte del liderato, es decir, las personas o la persona –el tipo-, que podrían liderar la acción fraudulenta. Si esas personas no existen o no aparentan existir, si las acciones de estos dentro del gobierno no permiten visualizar la posibilidad de que el régimen de turno accione un fraude electoral para mantenerse en el poder; pues las probabilidades se hacen irrisorias.
Y la tercera y última premisa –a riesgo de lo que aporte otro analista- radica en la proyección del sistema electoral, es decir, si la corporación electoral actúa programáticamente para generar un fraude o para respetar y hacer valer la voluntad popular. En este sentido, el régimen de turno tendría que lograr la ingerencia necesaria sobre la estructura electoral para garantizar que la misma opere bajos sus directrices y cumpla con la ordenanza de ejecutar el fraude, con todo lo que este involucra. O sea, que organizar un fraude es tan complejo como organizar unas elecciones libres.
¿Prepara el PRD un fraude para los comicios generales de mayo de 2009? Evidentemente no, y lo detallaremos en base a las premisas antes expuestas.
Coyuntura Sociopolítica. Si bien es cierto, el sistema político nacional sufre de un serio desgaste sostenido que tiende a percibirse de manera moderada sobre la gestión de turno, ésta no tiene la más mínima intención de forzar un fraude electoral para mantenerse en el poder. El PRD ha barajado opciones políticas más viables y hasta con sustento constitucional y coyuntural para poder mantenerse en el poder, sino por un periodo más, por la medio periodo; pero debido a la realidad política interna –del partido- y otros aspecto externos, como la crisis financiera que afectará a la nación a partir de 2009 y la observancia constante de Estados Unidos; ninguna de éstas fue puesta en ejecución, y aunque todavía hay tiempo, la acción sería tan evidente y entendida como un autogolpe.
Proyección política del régimen de turno. Los mandamases parecen no existir y las imposiciones de facto no se pueden concretar. El actuar del jefe de Estado, en medio de todos sus defectos y errores, se traduce en la predisposición a respetar nuestra Constitución y acceder a la voluntad popular, siendo ya decisión de los estrategas perredista optar por la Presidencia de la República por buena lid. A ellos les trae con más dolor de cabeza el ganar que el perder. Les tocaría administrar un país en recesión económica, y eso no les interesa.
Proyección electoral. El proceso electoral ha sido estructurado y opera con toda normalidad. Los Magistrados del Tribunal Electoral no han sido designados por el actual gobierno, solo uno, el que fuese antes Fiscal Electoral, un hombre muy respetuoso de la ley. La estructura del Tribunal Electoral opera eficazmente y se ha mantenido alejado de los vaivenes políticos; es decir, no hay tiempo para comprar conciencias y estructurar un sistema para un fraude electoral en manos de la actual corporación.
En conclusión, la actual gestión PRD no pretende forzar ya su permanencia en el poder. La realidad sociopolítica actual así lo demuestra. El fraude es improbable, el PRD sabe que debe respetar la voluntad popular y lo hará.
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Director de la Revista Expresiones