¿Qué le espera al país en 2011 en cuánto al panorama político? ¿Qué se vislumbra? ¿Qué opinión merece a la actual gestión de gobierno? ¿Qué aspectos son los más cuestionables? ¿Cómo se percibe la decisión del ejecutivo de salir del PARLACEN?
Por: Dr. Belisario Rodríguez Garibaldo
Empezando por la ultima, es desacertada la decisión del actual gobierno panameño de no reconocer su participación en instituciones de organismos regionales centroamericanos, en la medida que desde los años 90 todos los gobiernos panameños ha determinado varios esfuerzos a incorporarse al Sistema de Integración Centro-Americana, así como a otros organismos regionales de integración como el Grupo de Río de Janeiro, así como la Organización de Estados Americanos o la Comunidad Económica de América Latina y el Caribe. En el actual gobierno panameño, como algunos empresarios, están motivados por la vigencia de los acuerdos del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos de América. Panamá es una de las economías de mayor crecimiento en Centroamérica, además de Costa Rica. Empero la economía panameña depende en gran medida de la inversión externa de capitales internacionales de la economía internacional, en especial de Estados Unidos de América, de todo el sector comercial de servicios vinculado al centro financiero internacional de Panamá y el comercio marítimo mundial que requiere de la vía acuática del Canal de Panamá.
La incorporación a sistemas de integración regional son una ventaja agregada por convenios de cooperación de carácter económico-comercial, educativo-cultural, científico-técnico e integración institucional a organismos que efectúan llevando a termino a los acuerdos suscritos. Estas ventajas integradoras permite el impulso al desarrollo socio-económico, con el intercambio comercial y de inversiones, realización de infraestructuras comunes y participación en organismos de integración, que puede ser el camino que puede conducir a los países latinoamericanos a un futuro común de prosperidad. Panamá es el puente estratégico para la integración regional de Centroamérica con Sudamérica y con el Caribe e incluso con Norteamérica, así como entre este y oeste como cruce de los océanos atlántico y pacifico. Su rol además es de beneficio tanto para todos los países de la región y del mundo, como para las inversiones comerciales de Panamá en la región.
El gobierno panameño de la denominada Alianza del Cambio (centro-derecha) del actual presidente Ricardo Martinelli se le puede notar aciertos y desaciertos. Ciertamente ha heredado de la pasada administración gubernamental a indicadores de crecimiento económico y un superávit del presupuesto publico, así como todo un marco general consensuado de políticas publicas macro-económicas atractivas a inversiones externas, especialmente en el ámbito de infraestructuras, tal como la ampliación del Canal de Panamá, así como comerciales, turísticas e inmobiliarias. Aunque es probable que a futuro mediato Panamá pueda tener relativas contracciones en el sector comercial, financiero, exportaciones y bienes raíces, como incidencia de afectación por las crisis económica que afecta a Estados Unidos de América y varios países desarrollados por razón de sus comercios e inversiones hacia Panamá, aunque se observan también actuales predicciones de organismos internacionales de crecimiento económico regional en América Latina. El gobierno panameño apuesta a la generación optima de estas inversiones que mantengan estable al crecimiento económico registrado, como las realizaciones de inversiones e infraestructuras concomitantes a la ampliación de la vía marítima canalera y generación urbanística de bienes raíces, inmobiliaria, turística y varios proyectos internacionales de inversiones rurales vinculada a infraestructuras, agro-industria y minería. En el ámbito social se observa que el presupuesto publico le ha permitido generar algunos programas sociales con subsidios paliativos que suele generar una sensación de ayudas gubernamentales a sectores sociales, pero que en la realidad actual del país se verifican niveles de disparidad social, contracción de empleo, inflación de mercados, aumento de la línea de pobreza y de la criminalidad, además de fallas disfuncionales en educación, sanidad, servicios públicos, obras comunitarias y gestión publica.
El gobierno del Partido Cambio Democrático (liberal) & Partido Panameñista (conservador), ha obtenido un gobierno de mayorías, por el evidente triunfo electoral de alrededor de 60% de votos en las elecciones de 2009, lo cual le ha permitido mantener una mayoría parlamentaria en la Asamblea Nacional, así como el control institucional del Poder Ejecutivo de ministerios e instituciones, además de colocación de magistrados afines a su política para establecer el control del Sistema judicial de la Suprema Corte, Procuraduría y Contraloría. Ese balance de poder, que en una democracia como en Panamá, que ha tenido una conflictiva historia de autoritarismos tradicionales, ha impulsado a realizar varias acciones del gobierno que han terminado pugnando con los espacios públicos de la oposición política y enervando el equilibro democrático de los poderes públicos, en especial en la investigación judicial por corrupción de varios ex presidentes y diversos lideres políticos del opositor Partido Revolucionario Democrático (centro-izquierda), como Martín Torrijos y Ernesto Pérez Balladares (actualmente en prisión domiciliaria), quienes a su vez se acusa al gobierno de falta de independencia judicial, inseguridad en la legalidad del derecho y de persecuciones políticas.
También el gobierno actual se ha enfrentado con diversos cuestionamientos opositores a la política exterior y de seguridad nacional, por la conformación de un centro de seguridad regional, en conjunto con fuerzas de Estados Unidos de América, Colombia y de otros países de la región, que apuntalaría a Panamá en la estrategia norteamericana de seguridad regional e internacional; además de criticas opositoras que la Alianza de gobierno ha girado en orbita con otros gobiernos y lideres de derechas en el continente americano y en el mundo, observable en el respaldo obtenido por Ricardo Martinelli en su ancestral Italia de parte del premier italiano Silvio Berlusconi, mas ciertas afinidades política entre el cabildeo de lideres del Partido Republicano de Estados Unidos de América y del establishment norteamericano o los acuerdos de apoyo mutuo con el gobierno de Israel, como también la búsqueda de cooperación económica con Taiwán, Corea Sur y Singapur.
El gobierno actual ha enfrentado serios cuestionamientos por parte de los medios de comunicación y de periodistas que acusan al gobierno de intolerancia frente a las criticas e informaciones de actuación de autoridades publicas como de violaciones a la libertad de expresión que ha generado condenas judiciales por difamación con arrestos contra varios periodistas. De igual forma el gobierno actual ha enfrentado cuestionamientos y protestas de sectores sociales, sindicales, gremiales, ambientalistas, comunitarios y sociedad civil que se siente afectados por diferentes medidas impuestas por el gobierno, que ha provocado a la realización de muchas manifestaciones que han culminado con cierta represión policial y con arrestos de cientos activistas, entre la que obtuvo una gran repercusión internacional por la represión del gobierno a una manifestación de pobladores indígenas de zonas bananeras costeñas que termino con muertos y heridos entre hombre, mujeres y niños de esta empobrecida región.
Toda estos hechos han afectado un tanto a la percepción publica sobre las acciones del gobierno, que no obstante todavía mantiene una alta cuota de popularidad en la percepción publica, pero a pesar de un relativo descenso en las encuestas por cuestionados actos gubernamentales, como contrataciones públicas directas sin concurso, acusaciones de nepotismo o de falta de transparencia publica en el manejo institucional de asignaciones del presupuesto publico; además de la seria afectación de imagen por el escándalo internacional surgida del arresto en México por corrupción y lavado de dinero de carteles de drogas de Ramón Martinelli, primo del presidente Ricardo Martinelli, quien fuera tesorero del oficialista Partido Cambio Democrático. Así entonces se va adelantando el panorama político panameño, que en resumidas cuentas, entre el 2011 y el 2012, la oposición política arreciera su pugna frente a las acciones del gobierno, cuyas políticas de gobierno deberán enfrentar una demanda social de evidenciar resultados frente a las necesidades que apremia a la ciudadanía. Por lo tanto el 2012 se observará mas como un periodo de transición que antecederá a una prematura pre-campaña electoral hacia el 2014.
Cabe anotar un análisis de esta realidad, la emergencia del Partido Cambio Democrático (centro-derecha liberal) va conformándose como un efecto innovador en la política panameña de los últimos años, como una ruptura del tradicional bipartidismo entre el Partido Revolucionario Democrático (centro-izquierda socialdemócrata) y el Partido Panameñista (centro-derecha conservadora). El Partido Cambio Democrático se ha reconformado en fortalecimiento del actual proceso de fusión política de Cambio Democrático, Unión Patriótica, Movimiento Liberal Republicano Nacional y sectores del Partido Liberal; de tal suerte que el Partido Cambio Democrático ha venido a reconstituir unificando a las fuerzas políticas liberales como emergente fuerzas política en el escenario nacional. Históricamente los liberales, aun estado divididos en varias corrientes, han sido una fuerza política tradicional dominante, desde 1903 a 1968 como fundadores del estado republicano que estableció dominante a la elite oligárquica liberal-conservadora, pero que desde el golpe militar revolucionario de 1968 el rol protagónico del gobierno se derivo a manos del Partido Revolucionario Democrático, aunque desde los dificultosos años de democratización de las décadas de 1980-1990-2000, sobre todo después de la intervención militar norteamericana de 1989, se genero un acuerdo de competencia electoral con libre alternancia política con el opositor Partido Panameñista, tradicionalmente fuerte desde antes de 1968. En cierta medida, Ricardo Martinelli pareciera emerger como otro caudillo nacional de derecha, aglutinando a las tradicionales fuerzas políticas de derechas, liberales y panameñistas, que anteriormente han estado unidas en oposición al Partido Revolucionario Democrático, pero que ahora es evidente que se verifico de nuevo durante las elecciones de 2009, cuando el panameñista Juan Carlos Varela declina en alianza a favor de la candidatura presidencial de Ricardo Martinelli del Partido Cambio Democrático, conformándose a la Alianza que conforma el actual gobierno panameño.
Ante esta coyuntural debilidad del liderazgo publico del Partido Revolucionario Democrático, y ante un aparente rol secundario del Partido Panameñista frente al protagonismo del Partido Cambio Democrático, el escenario político se reconfigura plural entre fuerzas políticas programáticas determinadas, lo que puede ser positivo para generar democracia en Panamá. Empero ciertamente el Partido Revolucionario Democrático se encuentra en un actual proceso de recomposición política, desde su rol de principal partido opositor en el parlamento de la Asamblea Nacional y en los consejos municipales. Al observar como variable de fortaleza de la conformación de afiliaciones de membresías políticas en Panamá, Cambio Democrático tendría un alrededor de 350 mil adherentes (segunda fuerza política), mientras el Partido Panameñista cuenta un alrededor de 250 mil adherentes (tercera fuerza política), frente a los 550 mil adherentes del Partido Revolucionario Democrático (primera fuerza política). Así también existe el Partido Popular (centro democristiano) pero que apenas tiene un alrededor de 30 mil adherentes. Además del surgimiento critico de una cierta coordinación de movimientos sociales populares de izquierdas que están intentando constituir partidos de izquierdas o presentar una candidatura presidencial independiente de izquierdas.
El gobierno ha mencionado tener en agenda una reforma constitucional, empero aun no ha aclarado si considera a la posibilidad de convocar una constituyente que modernice la organización del estado, o será una reforma constitucional parcial aprobada por el parlamento, como ha ocurrido en anteriores periodos de gobierno; tampoco ha aclarado aún si la misma contemplaría una norma constitucional que permita aspirar a la reelección presidencial, como ahora sucede en otros países de la región. De esta forma frente al panorama de las elecciones de 2014, tan sólo con una reforma constitucional, el actual gobierno podría optar por la reelección presidencial de Ricardo Martinelli; de lo contrario, la Alianza de gobierno, que ha empezado a observarse con ciertas fricciones entre el Partido Cambio Democrático y el Partido Panameñista, sobre todo en torno a las diferencias por el control entre los partidos oficialistas del distrito capitalino de la ciudad de Panamá que dirige el alcalde panameñista Bosco Vallarino, lo que puede empezar a predeterminar quien puede ser el relevo como potencial candidato oficialista.
Aquí habría dos escenarios posible, sea mantenerse a la Alianza de gobierno hacia las próximas elecciones de 2014, o por lo contrario se pueden ir a contender por separado los dos partidos oficiales, en la medida que el vicepresidente Juan Carlos Varela aparece de entre los liderazgos del gobierno actual de quien tiene un mayor nivel de aceptación en las encuestas de opinión publica. Así puede el Partido Panameñista encabezar la terna presidencial oficialista en las próximas elecciones, o tal vez el Partido Cambio Democrático tendría que determinar internamente entre sus liderazgos actuales, quienes de sus dirigentes como los ministros de Estado puede llegar a ser un potencial relevo presidencial en el Partido Cambio Democrático, y entres quien aparece mejor situado ante la percepción publica es el Ministro de Comercio Roberto Henríquez, así como de otros potenciales lideres entre los sectores que ahora conforman el Partido Cambio Democrático. El liderazgo político de Ricardo Martinelli habrá de pasar de ser primero entre iguales, habiendo varios liderazgos existentes entre miembros del gobierno del Partido Cambio Democrático, así como del Partido Panameñista, aunque va ha depender de quien aparezca como mejor situado en la percepción de la opinión publica de los ciudadanos.
Así mismo en la oposición política se puede observar de igual forma. El Partido Revolucionario Democrático se observará en una natural diferencia por alcanzar a la candidatura presidencial en la elección interna partidaria, en donde aparece como mejor situados ante las encuestas de opinión a los liderazgos como Juan Carlos Navarro (ex alcalde metropolitano), Laurentino Cortizo (ex ministro de Estado), Balbina Herrera (ex candidata presidencial) y Omar Torrijos Pauzner, (hermano del ex presidente Martín Torrijos). De igual manera el Partido Popular podría nuevamente ir aliado con el PRD, pero es observable su interés de ir asumiendo un rol opositor autónomo para fortalecer el dinamismo del Partido Popular en el escenario político nacional como en otro tiempo lo tuvieron los Demócratas-Cristianos, ahora emergiendo ante la percepción de la opinión publica con el liderazgo de Milton Henríquez como potencial candidato de los populares, pero que además es hermano del actual Ministro de Comercio Roberto Henríquez.
Lo que parece de inesperada sorpresa será la explosión inevitable de la emergencia de las izquierdas, aglutinadas en diversos movimientos sociales populares que se ha activado desde el Frente Nacional de Defensa de los Derechos Sociales, con organizaciones sindicales y sociales, además del intento de conformar el Partido Alternativa Popular, que están optando por la candidatura independiente del profesor Juan Jované, que parece estar apuntalando en las encuestas ante la opinión publica ciudadana, como también el líder sindicalista Genaro López del Frente Nacional de Defensa de los Derechos Sociales. Así se observa en objetiva realidad al panorama político entre el 2011-2012 hacia el 2014 que pude ser avizorado en unos próximos comicios electorales en los cuales la contención entre las fuerzas políticas nuevamente será el distintivo típico, entre gobierno y oposición, en que será las acciones y hechos de esta realidad que parece hacer pasar al actual gobierno como un gobierno mas de los mismos de antes, que terminará por determinar la correlación de poder de fuerzas políticas del país, como la definición del futuro que han de encaminar a la Republica en una encrucijada política panameña que parece predeterminada por los factores de poder, que han empezado a comprender a la necesidad apremiante del fortalecimiento democrático del estado con el impulso hacia la estabilidad socio-económico nacional para poder hacer de la Republica como requiere la ciudadanía.