Por Carlos Camarena Medina
Periodista
De a poco, es más patético el triste papel que juegan los máximos dirigentes de las cúpulas de los partidos de oposición, totalmente desconectados de la realidad de los panameños.
Hace un par de horas escuché en la radio a un aspirante cuya candidatura está detrás de la ambulancia, criticar al presidente Martín Torrijos, porque éste -luego de estudios, consultas y asesorías nacionales e internacionales presentó el Plan de Movilidad Urbana y Modernización del Transporte (TRANSMOVIL), a fin de poner los primeros cimientos para solucionar el problema del transporte.
La crítica se centraba en que la propuesta se hace en los últimos meses del Gobierno; pero inmediatamente vino a mi memoria el siguiente cuestionamiento: ¿o es que este señor más que político es un mago? Porque lo fácil hubiera sido presentar la propuesta para buscar aplausos fáciles, pero ¿con qué dinero se haría? ¿Con los 600 millones de déficit que dejó el Gobierno que a capa y espada defendió este señor? ¡Claro que no!
Asimismo los hemos visto hablar de la crisis energética, proponiendo soluciones mágicas; pero por nada del mundo bajan el precio de los productos que venden en sus empresas, ni los que fabrican. Porque su discurso oportunista y demagógico termina donde empieza la realidad: la inflación nos está golpeando a todos, y mientras siga la tendencia alcista del petróleo no hay fórmula mágica que revierta esta dura realidad.
Han pasado casi siete años de la “innovadora” propuesta del gobierno que en su momento abanicaron los cuatro candidatos de la oposición y hoy vemos que lo quedó de herencia para la población fue la tarifa de 25 centésimos, porque los buses de lujos han desaparecido de las calles y los conductores y pavos siguen viviendo el día a día, matándose para hacer la cuenta del dueño del bus y ver cuánto les queda al final de la jornada.
Ante el nefasto legado del gobierno de los cuatro candidatos opositores, el presidente Torrijos -luego de de estudios, consultas y asesorías nacionales e internacionales, lejos del calor de coyunturas y el afán por acallar el clamor popular y buscar aplausos fáciles, que a otros llevarían a proponer medidas comésticas- sentenció que los diablos rojos tienen que desaparecer.
Y no fue una decisión fácil, porque mientras políticos, empresarios, comentaristas sabelotodo y otros se rasgaban las vestiduras proponiendo soluciones verbales al problema, el gobierno en forma sensata, lanzó TRANSMOVIL (http://www.presidencia.gob.pa/transmovianuncioplanaspectostecnicos.pdf).
No fue algo ideado de un día para otro, pues hay que recordar que el año pasado se sancionó la Ley del Transporte, base legal que permitió lanzar TRANSMOVIL; mientras que la Autoridad del Tránsito ha endurecido la fiscalización para garantizar que hoy día el 90 por ciento de los buses estén cubierto con sus seguros en regla; además de contratarse los primeros 150 inspectores de tránsito a fin de garantizar una mejor fiscalización a los buses.
A ello se suma la Cinta Costera, pasos vehiculares en puntos clave de la ciudad, ampliación de la Panamericana desde la 24 de diciembre a Pacora y la Transístmica, la construcción de la autopista Panamá-Colón; la culminación de la segunda fase del Corredor Norte y su articulación con el Sur; e instalación de sistema de semaforización y vídeo vigilancia en el área metropolitana.
Con TRANSMOVIL desaparecerá el manejo individual de cupos, mientras que la operación del transporte público se otorgará, previa licitación, a dos empresas concesionarias que deberán reunir las normas exigidas por organismos internaciones para garantizar el servicio del transporte público.
El transporte operará en los subsistemas noreste centro y sureste centro, y para reemplazar gradualmente los mil 500 buses que circulan actualmente, como medida inmediata se comprarán mediante licitación internacional 420 unidades, que empezarán a circular en los primeros meses de 2009.
Serán buses con dos puertas, aire acondicionado, asientos cómodos y capacidad suficiente, incluso para pasajeros de pie; y como mínimo un 10% de buses adecuados para el transporte cómodo y seguro de personas con discapacidad.
El Gobierno, mediante Decreto Ejecutivo, prohibirá la importación de los diablos rojos; mientras que los dueños de buses serán indemnizados, y podrán participar en el nuevo sistema; además de ser capacitados para brindar mejor servicio a los usuarios.
No se trata de una propuesta cerrada pues tal como dijo el presidente Torrijos, “se seguirán estudiando otras alternativas de más largo plazo. En ese sentido, nuestra función será avanzar lo suficiente de modo tal que ello facilite la toma de decisiones futuras, por quienes nos sucedan en el próximo gobierno”.
El Gobierno acertadamente presentó una propuesta que marca el punto de inicio para mejorar el sistema del transporte en Panamá. No se trata de fórmulas mágicas, como se ha propuesto de manera demagógica y oportunista, sino de planes que miren más allá de los cinco años que dure cada administración; por lo que el próximo Mandatario deberá seguir la senda marcada por el presidente Torrijos.
Me pregunto si la oposición tendrá la gallardía de aceptar las bondades de esta iniciativa, incluirla en su propuesta electoral o hacerle aporte. Viendo lo que hicieron cuando fueron gobierno, dudo que lo hagan.