Por: Carlos Camarena Medina / Periodista
“Tres Patines y Cantinflas lo hubieran hecho mejor”, pensé cuando escuché y leí los inmediatos ataques y críticas huecas e infundadas de sectores de la oposición contra la medidas anunciadas por el presidente Martín Torrijos, y que benefician a miles de mil personas que laboran en el sector público.
Tanto que un medio de comunicación tituló, de manera lapidaria, que el mandatario regalaba millones. Toda una “llantarría” que denota la ausencia de argumentos para atacar, criticar o desacreditar, con razón y sin razón, ¡qué casualidad!, todas las medidas de alcance social anunciadas por el Mandatario.
Y no es para menos, pues de eso se trata, de criticar lo que se esté haciendo, con fundamento o sin ello, con el ardid de que se hace en función de las elecciones de mayo del próximo año. Según ellos, el gobernante debe cerrar el Palacio de Las Garzas e irse para su casa, porque ya estamos en campaña política. Vaya razonamiento.
Veamos que ha ocasionado tanto enojo en las filas de la oposición: un incremento de 25 balboas a empleados públicos que ganan un salario mínimo de 300 balboas por mes; con lo cual se benefician 23 mil 862 personas.
A partir del 1 de agosto de 2008, un aumento de 30 a 50 balboas mensuales a 9 mil 62 docentes que dan clases en áreas de difícil acceso; mientras que el aumento de 10 balboas con 50 centésimos, que beneficiará a 35 mil educadores y debía hacerse efectivo en octubre de 2009, se empezará a pagar en enero.
Los funcionarios que ganen hasta mil balboas mensuales recibirán una gratificación extraordinaria, y en una sola ocasión, de 160 balboas que se hará efectiva en cuatro pagos: en septiembre y diciembre de este año; y los otros dos, entre enero y junio de 2009. Los beneficiados: 160 mil 122 personas, es decir, el 88 por ciento de la fuerza laboral del Gobierno.
Igualmente, se devolverá un millón 700 mil balboas a 16 mil 330 funcionarios, por impuesto que pagaron en los cinco primeros meses de este año, previo a la entrada en vigencia de la reducción tributaria, producto del Programa de Apoyo al Consumidor (PAC). En total, son más de 40 mil contribuyentes del sector público y privado, cuyo sueldo mensual oscila entre 801 y 990 balboas, serán beneficiados con esta reducción.
Tras este anuncio, pensé en el argumento que utilizarían las cúpulas de los partidos de oposición para desacreditar tan beneficiosa propuesta. Dos candidatos presidenciales, cuyos partidos políticos fueron aliados en el pasado gobierno, dejaron esta perla: ¿por qué no lo hizo hace cuatro años?
Dos autómatas que dijeron lo primero que se les ocurrió, pues si hubieran pensado habrían recordado que el gobierno del cual formaron parte dejó un gigantesco déficit fiscal superior a los 600 millones de balboas. O es que ambos son tan exitosos empresarios que aunque sus empresas cierren un año con pérdidas, distribuyen regalías a sus empleados.
O el dirigente magisterial de un grupo radical, que en una emisora trataba de desacreditar, cantiflescamente, los beneficios del anuncio, pero apenas alcanzó a lamentarse de que el aumento a los educadores se hiciera efectivo en enero y no en octubre; o que esperaba que el gobierno tuviera plata para enfrentar estas erogaciones.
Pero qué se puede esperar ahora que estamos en campaña política; con una oposición apostando a que no se haga nada bueno para criticar y así sacar réditos políticos; y si se hace algo positivo, también atacar porque empezó el período electoral y hay que satanizar todo, incluso las cosas buenas.
La desesperación cunde por las toldas de la oposición, y así lo denotan los pobres y huecos argumentos utilizados para criticar los beneficios que pronto recibirán miles de panameños. Que lástima que la crítica se limitara a decir que “Torrijos regala millones”, argumento lapidario para la oposición, que denota y desnuda la mezquindad y falta de solidaridad con quienes menos ganan, todo ello tratándolo de maquillar con elucubraciones verbales enfocada en un sesgo cargado de miopía.
Sin duda, Tres Patines y Cantinflas hubieran hecho mejor presentación que la oposición y sectores afines.