Por: Priscilla Delgado.
Desde que se decide el voto femenino, las mujeres han emprendido difíciles tareas, tal vez la mas singular de todas es la de ser mandatarias de un país.
Esto era impensable hace 100 años atrás, en donde en muchas sociedades las mujeres tenían que comer fuera del alcance de la mirada de los hombres y les tenía vedado mirar a un hombre de frente.
Hoy día en algunas partes del mundo, por ejemplo Africa y algunas costumbres del mundo musulmán, siguen catalogando la mujer como un “objeto de servicio para el disfrute y para la procreación de hijos que perpetúen su apellido y su estirpe”, pero también hay ya excepciones como el caso de Liberia que por primera vez se escoge a una mujer como mandataria, la Sra. Ellen Jonson-Sirleaf, escogida por una abrumadora mayoría.
Como un repaso por estas mujeres especiales se da el caso de la presidenta de Filipinas Gloria Macapagal, además surfista y buena en este complicado deporte, si además tomamos en cuenta que tiene 61 años.
Para nuestra dicha América es otra cosa, aunque sin desconocer el liderazgo de mujeres como Margaret Tacher en Inglaterra, Indira Gandi en la India, entre algunos cuantas que no vale la pena mencionar, porque en la historia de la humanidad y hasta el año 1993, solo habían menos de 10 mujeres presidentas en el mundo, nos cabe la reflexionar sobre estas mujeres valientes que decidieron por cuenta propia gobernar un país, desechando todos los estigmas que sobre nuestras cabezas pesa, de que somos incapaces de mandar con propiedad y que debemos asumir el rol ya establecido de estar después de el hombre.
En América es donde mas mujeres mandatarias y lideres hemos tenido, y esto no tiene nada que ver con la posición histórica de mujeres que ya forjaron un espacio político, como Violeta Chamorro, Mireya Moscoso, Sila Calderón, primera mujer gobernadora de Puerto Rico y la gran Isabel Perón, amada por muchos y odiada por otros tantos.
Es evidente que el panorama político se vuelve a abrir para la mujer casi por generación espontánea, lo que se puede traducir en varias lecturas.
Yo diría que la primera es que la mujer demuestra un enorme compromiso cuando se acerca a la idea de poder alcanzar el mandato presidencial en un país y se lo juega a brazo partido.
También es una gran verdad que los gobernantes que muchos países han tenido no han convencido al votante porque es evidente la proclividad para no cumplir con sus promesas de campaña y en esto las mujeres llevan una gran ventaja, tenemos una gran capacidad de trabajo, elemento dado por nuestra natural especie femenina de ser madre y de cuidar a nuestra prole, profesionales destacadas y amas de casa, y por encima de todo mujeres de hoy, pendientes, modernas, que cuidan cada detalle, mujeres atemporales, sin edad, que hacen un espacio para ejercitarse, pilotear helicópteros, (caso Michelle Bachellet), saltar paracaídas, y muchas otras hazañas.
Vimos muchas veces llorar a Rigoberta Menchu, cuando en medio de su campaña le masacraron a sus indígenas, vimos a la actual presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, recientemente electa, caminar cual modelo de pasarela, bella, impecable y con la dignidad de una mandataria. Muchos apuntan a que seguirá el plan de Gobierno de su marido, pero yo lo dudo, ella le impondrá su sello especial…es evidente que ella va a mandar en la Republica Argentina, y el pueblo no lo va a comparar con nadie, es mas ya lo esta haciendo.
Otro caso que nos llama la atención aunque este se de en España, es la actual Presidenta de Gobierno Esperanza Aguirre, ella es impermeable a los ataques y en cambio contesta sin despeinarse cualquier improperio, con un vestido siempre casual y como al descuido.
Pronto veremos en la casa blanca otra mujer impecable, Doña Hilary Clinton, quien ha barrido con el estigma del machismo norteamericano y allí cerraremos con ella este capítulo de que las mujeres somos incapaces de llegar a la Presidencia. El día que en los Estados Unidos una mujer gobierne, que se cuiden los políticos, nadie nos va a detener.