El impacto de la crisis en Centro América y República Dominicana puede ser de tal magnitud que requiera una fuerte intervención de políticas públicas
(San Salvador, 22 de abril de 2009) El impacto de la crisis en las economías de la subregión podría ser de tal magnitud que se requerirá una fuerte intervención de políticas públicas, señala la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en su estudio Enfrentando la crisis. Istmo Centroamericano y República Dominicana: Evolución económica en 2008 y perspectivas para 2009.
El estudio identifica los canales de transmisión de la crisis. El más importante es el declive de la demanda externa, que se manifiesta en una fuerte desaceleración de las exportaciones y, por lo tanto, de los niveles de actividad interna y el empleo. Los otros son la disminución de las remesas, de la inversión extranjera directa y turismo, y del acceso a financiamiento.
El ciclo expansivo de la economía mundial iniciado en 2003 terminó abruptamente en 2008, lo que causó una marcada desaceleración de la actividad económica en el Istmo Centroamericano y República Dominicana. El producto interno bruto (PIB) se expandió 4,8%, muy por debajo del 7,6% y 7,4% en 2006 y 2007, respectivamente. Dado el agravamiento del deterioro del contexto económico mundial, se prevé un año difícil en los ámbitos económico y social. En el mejor de los casos, los países de la región registrarán un crecimiento promedio del PIB apenas superior al 1%.
Según la CEPAL, los gobiernos de la subregión enfrentan un entorno adverso para financiar mayores necesidades de recursos, como resultado del mayor gasto público y de la reducción de la transferencia neta de recursos. Sin embargo, el efecto final de los choques externos dependerá de la puesta en marcha de políticas contracíclicas y de las medidas que las autoridades tomen para mitigar la desaceleración del crecimiento.
El estudio prevé un retroceso en los modestos avances sociales alcanzados durante el período 2003-2008, cuando la subregión tuvo una tasa elevada de crecimiento económico. El empleo se reduciría entre el 0,3 y el 0,8 por ciento y afectará más a las mujeres que a los hombres. Allí se documentan también los esfuerzos de los gobiernos de los países por atenuar los efectos sociales de la crisis, aunque se reconoce que el margen de maniobra para la implementación de políticas contracíclicas es limitado.
La CEPAL recomienda a las autoridades económicas prepararse para un escenario negativo y conseguir financiamiento adicional que permita ampliar el margen de maniobra para adoptar medidas contracíclicas. Si se confirma una recuperación más rápida, siempre es posible dejar algunas medidas sin efecto, pero si no se adoptan las medidas adecuadas, la crisis podría afectar poderosamente lo económico y lo social.
En el documento se destaca que la integración centroamericana puede desempeñar un papel importante para minimizar los efectos de la crisis. Como no se puede esperar una rápida recuperación de la demanda externa, resalta la importancia del mercado interno.