Se espera repunte económico a fin de año, con un crecimiento positivo del 3,1% en 2010.
El producto interno bruto (PIB) de América Latina y el Caribe se contraerá 1,9% este año, elevando el desempleo a 9% y agravando los niveles de pobreza, según el Estudio económico de América Latina y el Caribe 2008-2009 publicado por la CEPAL.
La exportación de bienes cayó 30% en valor y 7% en volumen en el primer trimestre de 2009 en relación al mismo periodo del año anterior, debido a la reducción en la demanda externa. Las remesas también disminuyeron (5%-10% entre el cuarto trimestre de 2008 y el primer trimestre de 2009), y se espera que los flujos de inversión extranjera directa caerán en 40% este año. Esto se da en el marco de un generalizado deterioro de las expectativas de las familias y las empresas que afectó negativamente las decisiones de consumo e inversión del sector privado.
Para el 2009 se espera un déficit en la cuenta corriente equivalente a 2,3% del PIB, comparado con un déficit de 0,6% del PIB en el 2008. También se redujeron los términos de intercambio, que caerán un 10,8% este año, en comparación al aumento de 3% en 2008.
Todo esto ha impactado el mercado laboral. Desde comienzos de 2008 al primer trimestre de 2009, más de un millón de personas han quedado sin empleo en zonas urbanas, equivalente a un incremento interanual de 0,6%. Se estima que la tasa de desocupación aumentará desde el 7,4% registrado en 2008, a alrededor de 9% este año, dejando a más de tres millones de personas adicionales sin empleo. A la vez, se tenderá a una mayor informalidad laboral, lo cual redundará en la pobreza y dificultará el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
El Estudio económico de este año incluye un análisis de la institucionalidad laboral en la región para evaluar la capacidad de los países de la región para enfrentar los retos estructurales del mercado de trabajo y aquellos que surgieron en la crisis actual.
Perspectivas de recuperación
Luego de seis años consecutivos de crecimiento, la crisis financiera en países desarrollados se trasladó a la región a partir del cuatro trimestre de 2008, impactando sobre todo a la economía real, especialmente en el ámbito comercial. La crisis encontró a América Latina y el Caribe en mucho mejor pie en materia macroeconómica que en otras épocas de crisis: venía creciendo ininterrumpidamente, había logrado disminuir buena parte de su deuda pública, repactándola en mejores condicones y había podido acumular reservas internacionales.
Esto les ha permitido a algunos países –aunque de manera dispar- reaccionar de una manera que no les fue posible en crisis anteriores, implementando políticas contra-cíclicas y adoptando medidas para mitigar los efectos de la crisis en los sectores más vulnerables.
No obstante, la CEPAL alerta sobre el significativo deterioro que los espacios macro y fiscales han sufrido en los últimos meses, basado en un importante empeoramiento en el resultado fiscal promedio de la región, producto de una caída estimada en los ingresos públicos de alrededor de 1.8% del PIB. Este deterioro dificulta la sostenibilidad y duración de las medidas anticrisis implementadas en muchos países.
Con la normalización de los mercados financieros y mejores expectativas así como la paulatina recuperación de algunas economías, la CEPAL postula que posiblemente se vea una recuperación gradual para la región en el segundo semestre de este año. Esta volvería a crecer en 2010, pero en promedio sólo un 3,1%, una tasa muy moderada en comparación a años recientes. Esta tasa sería insuficiente para revertir el aumento del desempleo y la mayor informalidad estimados para este año.
La CEPAL reitera la necesidad de que los organismos financieros internacionales asuman un rol activo en la provisión de recursos, sobre todo a los países más vulnerables, y en condiciones más favorables.
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