Ante los lamentables sucesos de violencia e inseguridad que vive el país es obligante hacer manifiesta una enérgica protesta por lo que a su vez constituye una nueva e inequívoca señal de la absoluta incapacidad del gobierno de Torrijos en manejarse adecuadamente frente a los temas que son relativos a la seguridad ciudadana. Igualmente, la negligencia y lentitud en resolver el tema de la seguridad en las construcciones es inaceptable.
Rechazo de forma radical la represión brutal a las manifestaciones que ha distinguido a la actual administración. Es repudiable que Torrijos y su gobierno, inundado de personajes y ex militares de trayectoria norieguista, estén prestos para ordenar y luego justificar la represión de manifestaciones populares sin respeto a la vida de las personas, pero que sin embargo al mismo tiempo hayan sido incapaces de enfrentar la ola de delincuencia creciente que vive nuestro país.
El gobierno de Torrijos ha confirmado lo fatídico de darle oportunidades inmerecidas a, “viejos lobos” de la dictadura, quienes, sin arrepentimiento alguno y forrados del engañoso ropaje de “ovejas electoreras”, volvieron gracias a la democracia por la que nunca lucharon al control gubernamental.
En lugar de Patria Nueva, las mentiras de Torrijos y el PRD lo que le han ofrecido al pueblo panameño es un Norieguismo sin Noriega. Nada más les falta traer de vuelta a casa al nefasto dictador de la era Torrijista/Norieguista para cerrar el círculo y conciliar con ello toda esta escena deplorable. Mientras se mantiene sin justificación disfrutando en su casa y fuera de la merecida cárcel, al responsable de uno de los mayores atracos a los fondos públicos de la historia republicana y último gerente del Banco Nacional de la dictadura militar, el ex oficial Luis Gordon, Director del Sistema Penitenciario, públicamente en entrevista a un diario de la localidad se vanaglorió de ser seguidor del último dictador y de forma irrespetuosa con nuestro actual orden democrático hasta insinuó sus ansias de retorno al viejo sistema represivo y corrupto.
Mantener el orden público para la actual administración “Neo Norieguista” del PRD, ha significado reprimir con armas de fuego y liquidar la vida de tres ciudadanos panameños en menos de un año. Repudiamos la incapacidad gubernamental en el manejo de la fuerza pública, tanto para enfrentar la ola de delincuencia, como para mantener el orden público sin quitar vidas y sin llegar a los extremos de la época de la dictadura.
Además, es oportuno señalar que resulta impostergable atender las demandas de los sectores medios y populares del país de tener un gobierno que enfoque sus esfuerzos en contener la inflación galopante, en impulsar un mecanismo regulado y permanente de ajuste general de salarios y en concretar un plan efectivo para mejorar las condiciones y calidad de vida de los panameños, tal como hemos propuesto hacerlo en los primeros 20 meses del próximo gobierno.
El sistema de control de los poderes y los contrapesos orgánicos en nuestro sistema político debe ser modificado a fondo para que quienes están al frente de encargos públicos no se endiosen y rindan cuentas a los ciudadanos ante sucesos como los que hoy vivimos y por eso he planteado mi absoluta determinación de ejercer el mandato que los panameños nos den en las urnas para rediseñar las bases de una Nueva República convocando a una Asamblea Constituyente en los primeros 18 meses de mi gobierno.
Mientras trabajamos para que llegue la hora de ese cambio, instamos al Presidente Torrijos a separar de sus cargos tanto al ex militar actual Ministro de Gobierno y Justicia, como al Jefe de la Policía Nacional, a quienes señalamos como responsables directos de lo que hoy acontece; e indistintamente exigimos a estos que tengan la dignidad de presentar renuncia irrevocable a sus cargos. Igualmente solicitamos al Ministerio Público una investigación prolija e imparcial de los sucesos referidos que hoy llenan de luto a otra humilde familia panameña.