Por: Didacio L. Camargo Gómez
Juan Carlos Varela, candidato presidencial por el partido panameñista, luego de anunciar el pasado viernes en conferencia de prensa a todo el país que su candidatura presidencial está robustecida y solida prosiguió este fin de semana con su proselitismo político. El sábado 27 estuvo en La Chorrera, junto a candidatos, dirigentes, activistas y grupos independientes recorrió sus principales calles y avenidas.
El líder opositor desde la provincia de Chiriquí, lanzó un mensaje a la bases del partido panameñista, exhortándolos a que sigan adelante en su caminar manteniendo siempre presente el legado del Dr Arnulfo Arías Madrid, cuando dijo que los partidos políticos que no resisten los zarpazos de los intereses creados han desaparecido y desaparecerán, ya que sólo responden a intereses personalistas. “La política es para servir al país y no servirse de ella”, aseveró.
Varela confirmó que como presidente del mayor colectivo opositor del país y candidato presidencial seguirá recorriendo el país junto a los miles de panameñistas, grupos independientes, profesionales y simpatizantes que creen en un verdadero cambio con gente nueva y comprometida con el desarrollo del país que no mantienen ataduras políticas y compromisos con personas que piensan más en sus propios bolsillos que en el pueblo panameño.
El opositor agregó que las elecciones son dentro de cuatro meses y no la semana próxima, por lo que las últimas acciones que se han registrado en torno a la alianza, han obligado al partido a retomar nuevas estrategias con miras a los comicios generales del tres mayo de 2009, donde “juntos vamos a vencer a un partido sectario y a otro que desea comprar la silla presidencial”, destacó Varela.
Juan Carlos Varela agregó que el partido panameñista , el cual él preside se mantendrá igualmente vigilante de la acciones del partido gobernante que se ha caracterizado en utilizar los largos días de asueto para aprobar leyes impopulares que no han beneficiado en nada a eliminar los crecientes problemas sociales que enfrentan la mayoría de los panameños.