Por: Dagoberto Franco
Hace unos meses, en una entrevista a la Ministra de Ambiente, le preguntaron qué estaba haciendo la institución en cuanto a la protección del ambiente; en su respuesta explicó todo lo que estaba haciendo la institución y finalizó su intervención diciendo que la protección del ambiente es tarea de todos. “La Anam llegó a la conclusión de que para que la gestión ambiental sea eficiente y comprometida con el desarrollo sostenible, requiere de acciones participativas de hombres y mujeres con vocación de cuidado del ambiente, ya que el Estado no es, ni será capaz de hacerlo solo”.
Traigo esta cita a colación porque MiAmbiente lanza hoy, oficialmente, el Día Nacional de la Reforestación en Panamá. Y me llama la atención el apoyo y entusiasmo que ha recibido esta iniciativa, con lo cual se busca recuperar las zonas boscosas del país mediante la reforestación a través del proyecto “Alianza por el Millón de Hectáreas Reforestadas” para motivar a los panameños a reforestar con miras a cumplir la meta de sembrar el millón de hectáreas.
La ministra ha dicho una gran verdad en cuanto a que todos los panameños tenemos que comprometernos en la difícil tarea de cuidar nuestro ambiente, pero más allá del compromiso de los ciudadanos, debe estar el compromiso de todas las instituciones y de todas las autoridades. Y es que, si bien el tema ambiental desde el punto de vista institucional le compete a MiAmbiente, las consecuencias del deterioro del planeta nos afectan a todos. De ahí que la batalla cultural que debe librar el Estado panameño por cambiar la forma en que los ciudadanos se relacionan con el ambiente debe darse desde todas las instituciones públicas.
Según un informe de la organización WWF sobre la huella ecológica, Panamá es el noveno país en Centroamérica que más árboles tala en la región, para el uso de tierras para el desarrollo de actividades agrícolas, ganaderas, urbanísticas y de infraestructuras. Esto es un indicativo de la falta de educación ambiental de los ciudadanos y una falla de planificación en cuanto al ordenamiento ambiental del territorio nacional.
Los organizadores del Día de la Reforestación han señalado que esta iniciativa tiene como “objetivo principal concienciar y educar a la población panameña sobre la importancia de los bosques y los servicios ecosistémicos que estos nos brindan y su uso adecuado”. Sin embargo, lo que no debe pasar es que nos acordamos de este día cada 29 de agosto. Le compete al Ministerio de Educación trabajar desde las aulas en la capacitación y concienciación de los estudiantes. Y el resto de las instituciones deben comprometerse a mantener campañas permanentes a nivel nacional sobre el cuidado del ambiente. Debemos estar claros en que Mi Ambiente no podrá solo. Necesita del apoyo de todos los ciudadanos.
PRESIDENTE DE LA FUNDACIÓN GUARDIANES DEL AMBIENTE