Por: David Serrano – KW Continente
El Consejo Nacional de Periodismo, el Fórum de periodistas por las Libertades de Expresión e Información y la Red de Voces Libres de Panamá manifiestan su profunda preocupación por los graves ataques contra la libertad de expresión y el libre ejercicio del periodismo que se han dado en Panamá en los últimos días.
En primer lugar, resulta gravísimo que el Procurador General de la Nación Suplente, en total desconocimiento de los principios internacionales sobre protección del derecho humano a la libertad de expresión, haya solicitado a la Corte Suprema de Justicia la penalización de la calumnia y la injuria, cuando los supuestos ofendidos sean funcionarios públicos. Con esta solicitud, el Procurador Suplente materializa un atentado directo contra los avances alcanzados por la república de Panamá en materia de protección al derecho a la libertad de expresión. De lograr su objetivo, Panamá sería nuevamente colocado en la lista de países de atención con respecto a la protección y garantía de la libre expresión. Lo anterior se agrava aún más, cuando el propio Procurador Suplente, que constitucionalmente está llamado a ser defensor de las causas del Estado, sea el promotor de semejante retroceso.
En segundo lugar, la condena emitida por el Segundo Tribunal Superior de Justicia en contra de los periodistas Sabrina Bacal y Justino González, constituye uno de los golpes más graves que ha recibido la libertad de expresión y el ejercicio periodístico en Panamá, pues los magistrados no solamente se conformaron con revocar las absoluciones emitidas en primera instancia judicial, sino que además condenaron a prisión a los periodistas, imponiéndoles la absurda y desproporcionada pena accesoria de inhabilitación por un año del ejercicio del periodismo. Esta sanción generará un solo efecto: la autocensura o el amedrentamiento en quienes ejercen el periodismo en Panamá.
Es lamentable y delicado, que tanto el Órgano Judicial como el Ministerio Público, desconozcan todos los avances que nuestro país había logrado en esta materia y, peor aún, atenten contra la normativa nacional e internacional en materia de derechos fundamentales del ser humano.
Las organizaciones firmantes reiteramos nuestros objetivos de promover y defender la libertad de expresión e información en Panamá, al tiempo que nos mantenemos alerta, pues ante el escenario actual, se pueden esperar días grises para el ejercicio del derecho a la libertad de expresión en Panamá.