Por: Grimaldo Córdoba G.
El tema de todos los días y la preocupación más grande del panameño sin lugar a dudas es desde hace años el aumento vertiginoso de la inseguridad en nuestro país.
Como pocos de los problemas que nos afectan, es muy complicado definir cuántas o cuáles son las variables o en qué grado cada una de éstas son agravantes y qué estamos haciendo para controlar esta situación.
Y es simplemente que debemos comenzar analizando nuestra seguridad como un tema de TODOS.
Cada hombre y mujer de este país contribuye en la justa medida y tiene algún grado de responsabilidad en el combate de la alarmante crisis de seguridad que vivimos.
Todo empieza en la unidad fundamental de nuestra sociedad: La Familia.
No podemos continuar como jefes de hogar contribuyendo al olvido de la puesta en práctica de las buenas costumbres, los valores y principios morales así como de la espiritualidad, que ofrecen como resultado un concepto de familia nuclear donde la convivencia en armonía mejora notablemente y más importante aún, los hijos adquieren de primera mano la cartera de conocimientos que les permitirán ser entes de conciliación y razón con el justo instinto de superación basado en el ejemplo observado en casa.
Las condiciones del mundo moderno han trastocado el entorno familiar donde se ha reducido la cantidad de horas semanales donde los hijos pueden estar en compañía de sus padres, por lo que debemos hacer de cada momento un valioso espacio de docencia y transmisión de conocimiento a la vez que descansamos o nos divertimos en su compañía.
El problema pasa entonces a ser extramuros cuando la convivencia en nuestros entornos de vecindad, social y laboral deben ser el reflejo de lo que predicamos en nuestros hogares. La interacción con el prójimo inmediato ya sea como líderes o partícipes de actividades en nuestro barrio colabora al fomento de actividades que compenetren a vecinos y allegados, lo cual automáticamente colabora al mejoramiento del entorno, la solidaridad entre personas afines y la protección del territorio que debe ser interés de todos y no menos importante, nuestros hijos se desarrollarán en un ambiente más sano y libre de antivalores, intolerancia y vicios.
Otro gran elemento que debe acrecentar su aporte a la formación de mejores ciudadanos, son los Clubes Cívicos y grupos organizados de la sociedad civil quienes juegan un papel fundamental en la promoción de valores, fomento del deporte, campañas de concienciación ciudadana y defensa de aquellos sectores de la sociedad que pudiesen encontrarse en condiciones desfavorables, etc. Su trabajo es complementario al de cada hogar y Centro Educativo sumándose así al trabajo de influencia positiva sobre cada individuo.
No es secreto para nadie que nuestro Sistema Educativo ha llegado a descender a niveles sin precedentes; nuestros estudiantes aparte de haber desmejorado su calidad académica, de igual forma los programas y materias de índole cultural y formativa han quedado en franco deterioro; por lo tanto el índice de fracaso en exámenes de admisión universitaria supera al 50% y la deserción escolar “in crescendo” representa uno de los grandes retos del actual Gobierno siendo preocupación de primer orden y como reacción a esto, se promueve un ambicioso plan de Transformación Curricular; representando un histórico giro de timón tan necesario para llevar al estudiantado a una formación actualizada a nuestros tiempos.
La principal institución encargada de proteger la vida e intereses de los panameños, La Policía Nacional, debe mantener los nuevos bríos, actitud y modernización en la cual se ve envuelta actualmente. Hasta hace poco tiempo teníamos una institución desmotivada, sin tecnología adecuada, armamento desfasado e insuficiente entre otros problemas… esto trajo consigo que miles de hombres y mujeres abandonaran sus filas con cifras sin precedente.
Actualmente hemos visto un renacer y fortalecimiento de la institución con constantes graduaciones de nuevos cadetes que representa la continuidad formativa y aumento de pie de fuerza para esta abnegada profesión que arriesga todo día a día para salvaguardar la integridad de nuestra gente… Aún queda mucho por hacer pero es sensato decir que la Policía Nacional está cambiando, e inicia un largo y duro camino hacia su adecentamiento y eficiencia en la dirección correcta.
Es importante destacar la presencia del Gobierno Central que mantiene una sostenida y evidente preocupación por frenar y controlar el tema de la inseguridad en Panamá.
Es pues la figura de Gobierno Central sin duda quien dirige los destinos del Estado y en quien deposita su esperanza miles de panameños y panameñas que encontrarán en sus actuaciones, la motivación necesaria para la puesta en práctica de todo lo descrito en nuestros primeros párrafos.
Nuestro Gobierno debe agudizar los planes de control migratorio para que nuestro país de puertas abiertas deje de ser tomado como caldo de cultivo para malhechores, traficantes y ajustadores de cuentas, quienes abusando de nuestra buena disposición de país han festinado con la misma dando pie a que carteles y otras organizaciones encuentren suelo fértil en Panamá siendo una llamativa estadística en la comisión de crímenes y otros actos delictivos.
El recién iniciado establecimiento de las Bases Aeronavales por parte del Gobierno con miras a custodiar nuestras vastas costas representa una sólida defensa de la constante permeabilidad de la misma a la entrada de drogas, contrabando e ilegales, afectando gravemente a nuestra sociedad.
Nos parece que esta acción en un esfuerzo combinado con países aliados demuestra la seriedad del compromiso y la gravedad de esta situación.
El Sistema Judicial igual deberá sufrir las transformaciones necesarias para que aquel que violente la ley obtenga “Penas ejemplares y tenga certeza del castigo”. Sólo de esta manera podremos garantizar a los que decidan romper las reglas del juego, que se atendrán a las consecuencias que serán severas y no habrá privilegios ni contemplaciones para nadie.
A nuestro concepto, puede ser este el campo en el que poco o muy poco avance se ha hecho.
El Sistema Penitenciario necesita continuar con la reconstrucción tanto estructural como funcional propuesta y puesta en marcha por parte del Gobierno, con sendos aportes a la construcción de nuevos Centros Penitenciarios que en primer lugar tengan capacidad de albergar a la población carcelaria tanto en Panamá ciudad como en Provincias y garantizar condiciones decorosas de vida a los privados de libertad, eliminando así el terrible hacinamiento actual que provoca frustración y violencia en estos centros trayendo consigo que sean verdaderas Universidades del delito, por lo que estos reos regresan a la sociedad en peores condiciones que las de su ingreso.
El pueblo espera y genera altas expectativas alrededor de sus autoridades locales como son Gobernadores, Alcaldes, Diputados y Representantes de Corregimiento, quienes como líderes comunitarios conocen a fondo la problemática de cada confín de la circunscripción que representan y mantienen contacto directo con las bases; vehículo para el debido y oportuno tratamiento de cada situación que pone en peligro el bienestar de cada ciudadano y ciudadana.
En fin, es evidente que todos y cada uno de nosotros en el plano que nos corresponda, estamos llamados a hacer nuestra contribución para garantizar la seguridad ciudadana, guiados e inspirados por el interés auténtico de las autoridades que deben continuar taladrando la conciencia de todos los sectores de la sociedad que de forma conjunta nos debemos comprometer a hacer efectivo el sueño de todos que es y poder vivir y morir en paz en el país que nos vio nacer.
El Autor es Médico y Diputado Suplente de la República.