Panameñas y panameños todos:
En agosto del 2001 el PRD aprobó, en su Congreso Programático, sus actuales documentos fundamentales: los Antecedentes Históricos, la Declaración de Principios, el Programa y el Estatuto. Durante el pasado Gobierno iniciamos el cumplimiento de las principales políticas públicas definidas en ese Programa y ahora, para garantizar su continuación y desarrollo, es necesario hacer un balance de lo alcanzado y, sobre todo, de los objetivos que aún siguen pendientes, para reactualizarlo y compartirlo con todo el país, y acordar las nuevas metas del quinquenio 2014-2019.
Panamá requiere nuevos rumbos para superar el agotamiento de un modelo de gestión política autoritario y antidemocrático, divorciado de las necesidades de la gente y que ya está en crisis. Para lograrlo tenemos que dejar atrás las prácticas políticas clientelistas, poco transparentes y corruptas que caracterizan la administración actual.
Nuestro pueblo exige otro rumbo, con otro modelo de gestión que garantice la justicia social y la igualdad de oportunidades, para proyectar el sueño de Omar hacia el futuro. El torrijismo nació como un movimiento social encaminado a transformar este país y en ese camino hemos avanzado. Ahora nos toca definir y cumplir las siguientes etapas.
Esto demanda la participación de todos en un partido político comprometido con la construcción de una patria para todos. Esto requiere la unidad del Partido y la del Partido con la gente y no meras declaraciones; es un imperativo que debe marcar nuestra ruta estratégica más allá del 2014.
Por eso presentamos a ustedes esta Declaración de Penonomé que recoge los aportes que los panameños y panameñas nos han dado en los recorridos que Samuel ha realizado por la geografía nacional. Los invitamos a que se unan al esfuerzo de producir juntos una propuesta seria, que vuelva a enrumbar a Panamá por el camino del desarrollo con equidad para todo nuestro pueblo.
Empezamos esta Declaración de Penonomé llamando a trabajar en los siguientes ejes principales:
Capital Humano
Para seguir promoviendo inversiones que nos permitan mantener altos niveles de crecimiento y desarrollo debemos superar el faltante de capital humano capacitado que padece nuestro país. Nos comprometemos a impulsar una revolución educativa dirigida a mejorar su calidad y, en particular, para lograr la retención de los niños y jóvenes en el sistema educativo nacional. Pondremos especial interés en reducir la brecha educativa que, al final de cuentas, se convierte en una brecha de los ingresos y de las oportunidades.
Incrementaremos la inversión pública en investigación y desarrollo, fortaleciendo los esfuerzos que realizan instituciones como la Universidad Tecnológica de Panamá, el Instituto Conmemorativo Gorgas y la Ciudad del Saber. Además, impulsaremos la educación bilingüe con modelos como English for Life, que extenderemos a otras lenguas de gran uso en el mundo.
Mejoraremos las capacidades de innovación para el desarrollo, porque no es suficiente lo alcanzado hasta ahora con las tecnologías informáticas en su gestión, pues en realidad nuestro país todavía es poco innovador.
Innovación
Innovar es más que aprender sobre lo que aún no se conoce, es crear nuevas alternativas y soluciones con los recursos disponibles. Los pueblos que no se capacitan para innovar se quedan en el presente y no serán los protagonistas de su propio futuro. En Panamá se enfrentan dos fuerzas: las que compran el futuro con dinero y las que construyen el futuro con nuevas ideas. Y la capacidad que sustenta a una sociedad de primer mundo es la innovación.
Todos tenemos derecho a innovar; a probar suerte aportando nuevas iniciativas y soluciones. Lo que hace falta es apoyo para explorar otros mercados y tecnologías, información para mejorar decisiones, fondos cuya garantías sean buenas ideas y no cuentas de banco, con inversiones acertadas en educación, ciencia y cultura para el futuro.
Sector Salud
Ante la enorme desorientación, ausencia de planificación, duplicación del gastos y total falta de coordinación entre las instituciones del sector salud, que ponen en peligro la vida de muchos compatriotas, responderemos a esta demanda ciudadana iniciando la transformación de un modelo de gestión de salud que ya se agotó.
Como prioridad, fortaleceremos el primer nivel de atención, para promover la salud y prevenir las enfermedades. A su vez, las instalaciones especializadas de segundo y tercer nivel contarán con los recursos requeridos para resolver y prevenir los problemas de salud de la población. La planificación de los recursos humanos y su adecuada distribución será una tarea prioritaria y, además, incorporaremos a la sociedad en la fiscalización de los servicios de salud, para asegurar una prestación más eficaz y segura.
Diálogo Social e Impacto en la Gobernabilidad
A pesar de los avances alcanzados en América Latina para fortalecer la Gobernabilidad Democrática creando espacios de consulta, diálogo y concertación entre los diversos sectores nacionales, el actual gobierno irrespeta la institucionalidad democrática, debilita el Estado de Derecho, anula los espacios de negociación y arruina la confianza ciudadana. Ante los peligros que eso implica, desde ya debemos restablecer una comunicación fluida y permanente con la sociedad y con sus grupos de interés, a fin de devolverles sus legítimos espacios de entendimiento y participación, indispensables para construir una sociedad incluyente, democrática y solidaria.
Descentralización, Desarrollo Local y Participación Ciudadana
El gobierno actual decidió suspender la entrada en vigencia de la Ley de Descentralización volviendo al viejo esquema clientelista y centralista que limita el desarrollo municipal.
Nuestro compromiso es recuperar el proceso de modernización de todos los municipios, cambiando las estructuras, comportamientos, formas y medios que se utilizan, para que el ciudadano cuente con métodos democráticos y eficaces de participación, con oportunidades de desarrollo para sus comunidades y una administración eficiente.
Recuperaremos los programas de consulta comunitaria implementados por el torrijismo e iniciaremos la preparación, capacitación política y administrativa de los funcionarios municipales, para que ellos asuman cuanto antes las responsabilidades que les asigna la Ley de Descentralización.
El Canal de Panamá
A partir del 2014 nuestro país recibirá cuantiosos recursos procedentes de la expansión del Canal. Eso hará necesario reactualizar los acuerdos y mecanismos de concertación pactados por ley entre los principales actores sociales de la nación panameña, para orientar las inversiones que deberán ser financiadas con dichos recursos, para mejorar la equidad y reducir las brechas y desigualdades sociales todavía existentes.
Pobreza y Desigualdad
El desarrollo social de un país no se reduce a buenos anuncios publicitarios que explotan el sufrimiento de los que menos tienen, sino que depende de fortalecer la capacidad de la gente para construir su propio futuro.
En el actual gobierno no existen políticas sociales y el país va a la deriva. Hoy, la brecha social y la desigualdad sigue aumentando y el este gobierno del llamado cambio se empeña en destruir los avances sociales logrados por los gobiernos torrijistas. Lo que cambiaron fue los logos de ministerios y el nombre de algunas instituciones, cambiaron los nombres de los programas sociales, cambiaron de forma de vestir, pero el pueblo sigue sufriendo los embates de la pobreza y la marginación.
Nuestro compromiso es derrotar la pobreza extrema y construir un país con equidad, oportunidades y justicia social. En el 2014 iniciaremos una gestión de gobierno responsable cuyo compromiso trascienda el crecimiento económico para convertirlo en bienestar y progreso para todo nuestro pueblo.
La época en que las políticas sociales dependían de la filantropía y la asistencia social quedaron en el pasado. Ahora se requiere consolidar una nueva visión y una manera diferente de hacer gestión social, y lograr una nueva institucionalidad social construida con la gente, con capacidad para gestionar políticas públicas sociales enfocadas en los derechos de la gente, con su participación.
Superar la pobreza extrema no requiere sólo de recursos económicos. Nosotros dejamos un país con sus finanzas saneadas y con una sólida base para la construcción de un sistema de protección social integral y coherente. Sin embargo, la deuda histórica que tenemos con la población panameña más vulnerable sigue vigente, así que la ruta ya probada para lograr los objetivos de transformación económica y social del país debe recuperarse y ser potenciada.
Por eso, extenderemos y profundizaremos los programas sociales que han sido exitosos en las anteriores gestiones de gobierno del PRD. Centraremos nuestros esfuerzos en crear un Sistema de Garantías Sociales Mínimas, orientado a ampliar una red de oportunidades para la creación de capital humano, sobre todo en las comarcas indígenas y áreas campesinas marginadas. Igualmente, una red para el desarrollo de capacidades productivas de la población urbana y rural en situación de pobreza, así como una red de protección social frente al desempleo, la vejez, discapacidad y enfermedades crónicas.
Superar la pobreza es un tema de Estado, permanente e impostergable que requiere recuperar y blindar una nueva Institucionalidad Social, y desarrollar políticas sociales que basadas en los siguientes ejes: concertación y participación ciudadana, protección social, capital social y cohesión social.
Juventud
Aunque el país está relativamente bien posicionado para atender las necesidades de su numerosa población joven, existen limitadas posibilidades para su desarrollo. Miles de jóvenes frustrados -los llamados nini- no logran ni completar sus estudios ni insertarse en el mercado laboral.
Es necesario que saltemos de unos esfuerzos escasos, tímidos y aislados a acciones integradas, descentralizadas, que vayan a la generación de oportunidades, que mejoren la calidad en la educación, el uso adecuado del tiempo libre, la recreación y las actividades después de clases, al mejoramiento de la competitividad y la inserción laboral para un empleo digno, donde se respeten y reconozcan sus derechos laborales.
Es necesario desarrollar y fortalecer leyes, políticas y programas que prevengan contra todas las formas de discriminación y violencia contra las mujeres victimas de agresiones y asesinatos. Igualmente, fomentar la participación plena y efectiva de los jóvenes en la toma de decisiones públicas en todos los niveles y áreas que afectan sus vidas, asegurando que cuenten con la formación, información y destrezas que se requieran para su participación efectiva.
Sector Agropecuario
El abandono en que este gobierno ha sumido al sector agropecuario ya pone en peligro la seguridad alimentaria de nuestro pueblo y la estabilidad de miles de familias que ven amenazadas sus actividades y sus ingresos.
Ante esa política inhumana, impulsaremos la vuelta al campo para fortalecer el desarrollo del sector primario, enfocando las políticas públicas en el aumento de la productividad, el acceso a la tecnología, el incremento del valor agregado de nuestra producción, y su modernización, tanto para garantizar mejor alimentación de todo nuestro pueblo, como para mejorar las condiciones de vida de nuestros campesinos, y para incrementar y diversificar las exportaciones agrícolas y agroindustriales panameñas.
Seguridad Ciudadana
El país vive una pandemia criminal, que supera los índices establecidos por la Organización Panamericana de Salud, de 10 homicidios por cada cien mil habitantes. En el 2010 el índice en Panamá ya fue de 20.1, esto es, el doble del estándar. La ciudadanía percibe que este problema se agrava cada vez más.
Debemos adoptar una Política de Seguridad Integral, permanente y sostenida, que alinee la prevención, represión y resocialización en un solo esfuerzo y en la misma dirección. Asimismo, deberá promover la integración de la sociedad civil e impulsar los programas de resocialización para revertir la reincidencia.
Es indispensable estimular el deporte y el desarrollo de infraestructuras deportivas en las áreas de mayor riesgo social y exclusión para ofrecer opciones a los niños y jóvenes de esas comunidades que, además estimulen, la salud y el esparcimiento con el buen aprovechamiento de las mismas.
Desarrollo económico y finanzas públicas sostenibles
Panamá va para una década de crecimiento económico superior al promedio de América Latina. Desafortunadamente, el manejo responsable de las finanzas públicas que se había convertido en un activo importante para el país, se ha venido deteriorando durante la actual administración.
Ahora las prioridades de las inversiones públicas son los proyectos faraónicos de baja rentabilidad social y nula sostenibilidad financiera, concentrados en la ciudad capital. Estas malas decisiones afectan las finanzas públicas y producirán una mayor concentración de población en la zona metropolitana.
Es vital dirigir los esfuerzos para elevar la productividad y la competitividad del país para garantizar la desconcentración y la sostenibilidad del crecimiento económico y para lograr la justa distribución de los ingresos. Para ello se deberá focalizar el esfuerzo de inversión pública en las regiones y comunidades marginadas de la ciudad y el campo. Esto implica una política de captación de recursos en las áreas más prósperas para reinvertirlos en el desarrollo productivo de zonas más relegadas.
Energía y Medio Ambiente
Como país importador de petróleo y gas la actual situación de los mercados de energía perjudica la economía panameña. Sin embargo, a cierto plazo, podemos alcanzar autosuficiencia energética, sin comprometer el medio ambiente ni perjudicar a las comunidades, impulsando las energías renovables y la eficiencia energética.
Por su ubicación geográfica, su biodiversidad, su posición marítima y por ser reconocido como un sitio estratégico, Panamá está en capacidad de ser líder en la implementación de programas ambientales y energéticos. Este debe ser un objetivo impostergable de nuestro futuro inmediato.
Para lograrlo, garantizaremos el desarrollo sostenible del país fortaleciendo la gestión ambiental, y lo haremos con la participación activa de todos los actores de la sociedad panameña, para lo cual rescataremos la institucionalidad ambiental, que el actual gobierno ha postergado.
Derechos laborales y sociales
El Gobierno ha emprendido una política de confrontación con los sectores sociales y laborales, y ha restringido la práctica de la libertad de expresión y del diálogo como instrumento de solución de los problemas de los diversos sectores. Además, implementa iniciativas tendientes a desconocer la libertad sindical, el derecho a negociar y la autonomía sindical, tanto en el sector público como en el privado.
No satisfecho con ello, ha promovido pautas que conllevan la precarización del empleo y de la protección social de los trabajadores.
Frente a eso, nos comprometemos a reconstruir las relaciones laborales con base en el pleno cumplimiento de las normas constitucionales que mandan a respetar el derecho al trabajo, así como el Código de Trabajo y las normas internacionales que regulan la relación obrero-patronal. Además, estableceremos relaciones laborales donde los conceptos de Trabajo Decente, Diálogo Social y Tripartismo garanticen los consensos necesarios para alcanzar tanto la paz laboral como la tranquilidad social.
Asimismo, fortaleceremos la micro y pequeña empresa y además pondremos en práctica programas para emprendedores e innovadores entre los jóvenes panameños.
El PRD
Ahora más que nunca, cuando el Partido sufre los embates de un régimen que pretende destruir su misión como interlocutor de los sectores de la sociedad panameña con el Estado, es indispensable que retomemos los conceptos básicos del proyecto nacional del PRD, para reconquistar la confianza de la sociedad en nosotros y en nuestro proyecto nacional. Para eso proponemos, entre otros, los siguientes objetivos prioritarios:
Darle calidad y reconocimiento a la militancia; promover el desarrollo de un partido permanente, fortalecer sus estructuras territoriales y sectoriales; elevar la calidad del debate ideológico y programático; implementar la autogestión e independencia del partido y fortalecer y masificar la Escuela Torrijista de Formación Política y Gobierno hasta convertirla en un sistema nacional de promoción de una nueva cultura política.
Panameños todos:
Junto a las ventajas comparativas de nuestro país como plataforma de negocios, de la infraestructura y oportunidades de su sector servicios, así como de los crecientes flujos de inversión, igualmente debemos hacer realidad una nueva visión de la patria de todos los panameños.
Sabemos que a los asuntos y propuestas aquí mencionados se le pueden y deben sumar muchos otros temas de interés para nuestra sociedad. Por eso convocamos a todos los y las compatriotas que quieran sumarse a este esfuerzo nacional, para seguir construyendo juntos el proyecto de nación, compartido entre todos, a fin de dar el salto al desarrollo incluyente y sostenible.
Los panameños aspiramos y tenemos derecho a mejores días para todas y todos. Nuestro compromiso está en línea con ese compromiso superior. Por la recomposición del Partido y por la formulación de una propuesta seria, confiable y comprometida con justicia social para todos, damos a conocer esta Declaración de Penonomé.
Penonomé, 28 de agosto del 2011