Como Presidente de la República es un honor para mí acompañar a los Magistrados del Tribunal Electoral en este acto solemne de convocatoria a las elecciones generales del 2019.
Quiero aprovechar la oportunidad para hacer un reconocimiento público a esta institución que se ha convertido en un pilar de la democracia panameña, a sus magistrados y a todos sus funcionarios que por más de 28 años han garantizado cinco (5) procesos electorales transparentes, que le han devuelto al país la confianza en su sistema electoral.
Especialmente reconozco el rol jugado por el Tribunal Electoral en las pasadas elecciones que pusieron a prueba su fortaleza. Estamos en una nueva era, las situaciones difíciles a las que fue sometida la democracia panameña, esta institución, sus magistrados y los candidatos que participamos en las elecciones del 2014 son parte del pasado.
En ese pasado quedaron las grabaciones ilegales a los candidatos, a sus equipos de campaña y asesores; las amenazas a donantes, el uso de los estamentos de seguridad para seguir a los candidatos, el abuso de la publicidad, el traspaso masivo de fondos del Estado a determinadas juntas comunales para apoyar a candidatos afines al gobierno y el uso de recursos del estado en las campañas de los candidatos del gobierno.
Durante el último año de la administración pasada hubo un gasto que superó los 50 millones de balboas en publicidad dirigida a favorecer a los candidatos de gobierno, dinero que pudo ser utilizado para la reparación de escuelas, alcantarillado, casas para la gente humilde, becas para nuestros jóvenes o para el aumento del salario de los docentes.
También queda atrás la compra de diputados, alcaldes y representantes con fondos del Estado, castigando a comunidades cuyos dirigentes no se sometían a los intereses del partido de gobierno.
Como Presidente Constitucional de la República de Panamá hoy asumo el compromiso junto con mi equipo de gobierno de respaldar al Tribunal Electoral para que tengamos un proceso electoral en el que se respeten las garantías de todos los candidatos que compitan para ocupar un puesto de elección popular, de manera que sea el Soberano, el pueblo panameño, quien en una contienda democrática y justa escoja a sus nuevas autoridades a través del voto libre, secreto e informado.
Los candidatos participarán en una elección muy distinta a aquella en la que competí en el 2014, cuando se utilizó a la Asamblea Legislativa para afectar a la empresa de mi familia que tiene 110 años de historia de trabajo honesto en este país, ataque que afectó a familiares y colaboradores de la empresa que no tenían nada que ver con la política.
Además tuve que enfrentar campañas de infundios desde medios de comunicación que atacaron sin misericordia mi honra, la de mi familia y la de mi equipo más cercano.
Muchos de esos medios de comunicación que se prestaron para este atropello que fueron adquiridos durante la administración pasada a través de transacciones que hoy están siendo investigadas ante la posibilidad de que los fondos con los que fueron comprados provenían de actos de corrupción.
Enfrenté toda la fuerza del Estado, pero al final se impuso la voluntad del pueblo gracias a la fortaleza de esta institución y sus magistrados.
Los panameños seguimos fortaleciendo nuestra democracia a través del diálogo, por ello quiero felicitar a los Magistrados, a todas las fuerzas políticas, cívicas y gremiales presentes, así como a la Asamblea Nacional por la aprobación de las reformas electorales que son un avance importante para tener un proceso más justo y transparente, que debo reconocer son muy beneficiosas para el país y no para mi partido político hoy en gobierno, pero para mí es más importante fortalecer y proteger la democracia.
Hace dos días celebré una reunión con los magistrados del Tribunal Electoral para informarles que he tomado la decisión de iniciar el proceso de consultas con vistas a la creación de un nuevo orden constitucional para el país, a efecto de lograr los cambios fundamentales que la sociedad panameña viene reclamando y que resultarían la modernización de las instituciones del Estado y el fortalecimiento de nuestra joven democracia.
A consecuencia de la decisión asumida, he dado instrucciones al Ministro de la Presidencia para que se reúna a la brevedad posible con los representantes de gremios, partidos políticos, sindicatos y organizaciones de la sociedad civil, a efectos de explorar con todas esas importantes fuerzas políticas, económicas y sociales la posibilidad de convocar a una Asamblea Constituyente, con fundamento en el artículo 314 de la Constitución Política de la República, la cual podría ser escogida el día de las elecciones generales por celebrarse el día 5 de mayo de 2019.
El Primero de julio de 2014 dije que me separaría de mis responsabilidades partidistas, para gobernar en favor de todos los panameños con criterio social, que había empezado una nueva era en la que la política dejaba de ser un negocio para convertirse en un servicio, en la que alcanzaríamos la democracia funcional sobre la base de la transparencia, el diálogo y el uso de los recursos del Estado con criterio social, estos han sido los pilares de mi gestión.
A casi 4 años, con la frente en alto puedo decir que hemos cumplido, junto a mi equipo de gobierno seguiremos trabajando hasta el último día de nuestro mandato para ejecutar la agenda de gobierno y la gestión honesta que por la que el pueblo panameño votó en el año 2014.
Como lo mandata la constitución no seré parte de las elecciones para escoger a las nuevas autoridades en el año 2019, pero sí quiero dejar claro que defenderé mi nombre, la honra de mi familia, la gestión de mi gobierno así como los principios y valores que me trajeron a la vida pública y que defiendo todos los días.
Espero que el debate de los candidatos en las próximas elecciones sea respetuoso y se enfoque en las soluciones de los problemas que afectan a nuestro pueblo y no en una competencia de descalificación. Esa es la contienda que merece Panamá y que todos le debemos dar.
Los dirigentes políticos están llamados a elevar el debate, a ofrecerle a los electores esperanza en un futuro mejor, transparencia y honestidad, no vender miedo. Los panameños se merecen respeto por eso la campaña electoral deber trasladarse de la diatriba y el ataque a la propuesta concreta que dé respuesta a las necesidades de todos los panameños.
Solicito a todos los dirigentes políticos que en sus actuaciones y decisiones tengan como norte la nuestra bandera que es el símbolo de unidad del país.