El ministro de la Presidencia, Jimmy Papadimitriu dijo que la compra de un nuevo avión presidencial se está contemplando por la necesidad del país de contar con una aeronave segura que permita el traslado de personas, especialmente niños que requieran atención médica urgente en el extranjero.
“El Presidente no es el único que viaja en el avión presidencial, y es injusto que panameños que necesitan viajar urgente para recibir una atención médica, tengan que arriesgar sus vidas en un avión que es obsoleto. El Presidente ha dicho que si él se muere en un accidente aéreo, el país tiene un Vicepresidente, pero, ¿qué le decimos a una familia que pierde un hijo?”, dijo el ministro de la Presidencia.
Según Papadimitriu, el avión presidencial presentó problemas y “no queremos que se repita un caso tan lamentable como el ocurrido con el helicóptero SAN 100, en el que personas inocentes perdieron la vida y el Estado tendrá que pagar 8.4 millones de dólares en ayuda económica y reparación a las familias de las víctimas, tanto chilenas como panameñas. Este jueves en el Consejo Económico Nacional (CENA) se presentará el pago de estas indemnizaciones heredado por el gobierno anterior”.
El avión Gulfstream II (Avión Presidencial), cuya fabricación es de 1969, no cuenta con piezas nuevas en el mercado. Debido a su antigüedad consume mucho combustible, 530 galones por hora, su operación representa un gasto de más de 10 mil dólares, la hora de vuelo. Además, no está permitida su operación en varias regiones como en Europa.
A su llegada a la institución, el director de Autoridad de Aeronáutica Civil ACC, Rafael Bárcenas informó que varias aeronaves estatales, no están en óptimas condiciones por un desinterés de la antigua administración de no darle mantenimiento operativo para el servicio del transporte aéreo de ministros de Estado y operaciones humanitaria de traslados médicos de enfermos y labores de búsqueda y rescate, pese a que existían partidas presupuestarias para mantenimiento.