En una nueva jornada de trabajo, Gobierno, organizaciones no gubernamentales e iglesias se reunieron para evaluar los esfuerzos que se realizan en el país en materia de prevención, acordando sumar esfuerzos para prevenir la delincuencia juvenil, sector que se mantiene en riesgo social.
“Queremos crear sinergias para que esto tenga un mayor impacto para la población, sobre todo adolescente y juvenil”, dijo la ministra de Gobierno, Roxana Méndez, al considerar que los programas están dispersos y se hace necesario crear un enlace entre todos para lograr una disminución de la violencia.
Esta cuarta sesión en pro de la seguridad contó con la presencia de destacados pastores de la iglesia evangélica cuyo trabajo ha sido efectivo en barrios con alto índice de criminalidad. Los pastores manifestaron su interés de sumarse a las acciones para rescatar a los jóvenes de las garras de la delincuencia, tomando en cuenta que ellos mantienen contacto directo con expandilleros y personas en riesgo social que se han mantenido en el camino del bien, gracias a la labor que ellos realizan en sus comunidades.
Una de las iniciativas importantes será el diseño, en conjunto con los diferentes sectores de la sociedad civil organizada que participa en estas reuniones por la paz, de una estrategia que ayude a reducir la ola de criminalidad.
“Pondremos en marcha un plan piloto en corregimientos con mayor índice de violencia como: Santa Ana, Chorrillo, San Felipe, 24 de diciembre, Pedregal, Samaria en San Miguelito, y la provincia de Colón”, aseguró Dayra Dawson, del ministerio de la Presidencia.
Cabe señalar que el Programa Nacional para la prevención de la violencia y la delincuencia fue establecido por decreto ejecutivo número 551 del 22 de junio de 2010 y tiene como norte articular todos los esfuerzos que a nivel del gobierno, organizaciones no gubernamentales e iglesias se desarrollan en el país.