Chiquita domina la economía del banano en Panamá y su conflicto laboral ha detenido el motor productivo de Bocas del Toro. En solo tres meses de 2025 el banano aportó 324,4 millones de dólares, casi una quinta parte de todas las exportaciones del país. Cuando la empresa despidió a 5 000 trabajadores tras la huelga iniciada el 28 de abril, la provincia quedó paralizada. Cada empleo perdido afecta a varias familias, y el gobierno decretó estado de emergencia porque la estabilidad nacional depende de la operación de un solo actor. Ese es el mensaje clave: el peso de Chiquita convierte cualquier choque en asunto de Estado.
Impacto económico
Chiquita concentra cerca del 90 % de la producción bananera panameña. El banano sigue siendo el principal rubro de exportación y representó alrededor del 18 % de las ventas externas en el primer trimestre de 2025. El valor récord de 324,4 millones de dólares supera en 25 % la cifra del mismo periodo de 2024.
La huelga y los despidos masivos han frenado el ingreso de divisas y la actividad local. Chiquita calcula pérdidas por 75 millones de dólares en menos de un mes, mientras los comercios de Bocas del Toro reportan caídas de ventas superiores al 60 %. El impacto social escala porque agricultores proveedores, transportistas y pequeños negocios dependen de la cadena bananera.
Influencia política
Ante el cierre de fincas y el bloqueo de carreteras, el Ejecutivo declaró el estado de emergencia en Bocas del Toro para movilizar recursos y simplificar trámites. El presidente José Raúl Mulino calificó la huelga de ilegal y designó una comisión de alto nivel para negociar con la empresa y los sindicatos. El conflicto se entrelaza con las protestas nacionales contra la reforma del seguro social, lo que eleva la tensión política y obliga al Congreso a revisar sus plazos.
Chiquita además de ser una exportadora de frutas, es un pilar que sostiene empleo, divisas y gobernabilidad en Panamá. Mientras el país no diversifique su economía agrícola y fortalezca la protección social de los trabajadores, cada crisis en la industria bananera seguirá poniendo en riesgo la estabilidad económica y política nacional.
Tomar acción
Panamá necesita diversificar su economía agrícola para no quedar a merced de un solo cultivo y de una sola empresa. El banano sigue generando 324,4 millones de dólares en exportaciones durante el primer trimestre de 2025 y representa 17,5 % de todas las ventas externas del país. Sin embargo, la huelga que empezó el 28 de abril obligó a Chiquita a despedir a 5 000 trabajadores y paralizó Bocas del Toro, causando pérdidas que la propia empresa calcula en 75 millones de dólares. Cuando un solo actor tiene ese poder, cada choque se transforma en un problema nacional. Esa lección ya la aprendieron otros países y sus experiencias muestran caminos viables para Panamá.
Por qué diversificar
Diversificar reduce el riesgo de depender de un solo producto, crea más fuentes de divisas y genera empleos en distintas cadenas de valor. También mejora la posición del país en negociaciones laborales y comerciales, porque ningún sector puede “secuestrar” la economía.
Cinco ejemplos de diversificación exitosa
Costa Rica
El turismo aportó 4 750 millones de dólares en 2023, más que la suma de café, banano y piña. El sector agrícola ahora contribuye al 18 % de las exportaciones, lo que demuestra que los ingresos pueden venir de varias puertas.
Ecuador
El país apostó por camarón y cacao. En 2024 vendió camarón a Estados Unidos por 1 546 millones de dólares y exportó cacao y derivados por 324,9 millones en solo dos meses, con un alza de 180 % en valor frente a 2023.
República Dominicana
Entre 60 % y 70 % de sus bananos llevan sello Fairtrade u orgánico. Esa certificación les permite cobrar precios superiores y distribuir ganancias entre pequeños productores, reduciendo la dependencia de uno o dos compradores gigantes.
Filipinas
Programas públicos y un crédito del Banco Mundial por 237 millones de pesos modernizan plantas que convierten el banano en chips, jarabes y harina. El valor agregado triplica el ingreso del agricultor frente a vender fruta cruda.
Ghana
El gobierno fijó como meta procesar internamente el 50 % de su cacao para 2025. Solo las exportaciones de chocolate y manteca de cacao ya generan más de 2 000 millones de dólares al año. Además, subió 45 % el precio al productor para frenar la migración rural y mantener la calidad del grano. )
Lecciones para Panamá
- Impulsar rutas turísticas y de agroturismo en Bocas del Toro, como hizo Costa Rica con Limón.
- Crear incentivos fiscales para plantas que produzcan puré, chips o harina de banano, replicando el modelo filipino.
- Establecer un sello de comercio justo o de prácticas ambientales para el banano panameño, siguiendo el ejemplo dominicano.
- Promover cultivos alternativos (piña, cacao, palma y tilapia) con créditos blandos y asistencia técnica, como en Ecuador y Ghana.
- Abrir centros de formación que enseñen procesamiento, empaque y mercadeo para que los jóvenes no dependan solo de un salario jornalero.
Conclusión
La crisis con Chiquita recordó que Panamá camina sobre una sola cuerda productiva. Diversificar no es teoría: ya funciona en países vecinos y en África. Combinar turismo, valor agregado y nuevos cultivos puede proteger empleos, estabilizar ingresos fiscales y dar poder de negociación al Estado y a los trabajadores. El primer paso es decidir que la próxima huelga no debe detener a todo un país.