Por: Dr. Belisario Rodríguez Garibaldo
Los planteamientos políticos, sociales y económicos que el General Omar Torrijos Herrera proyecto con el ejemplo constituyen una de las principales filosofías políticas de Panamá y tal vez de América Latina. Pero lo más importante aun, es que su figura histórica pervive en el mito popular, su dimensión se engrandece con el correr de los años, transformándose aun después de fallecido en uno de los más importantes caudillos políticos de nuestra historia. Así mismo se engrandece su figura a nivel continental e internacional, proyectándose como uno de los grandes estadistas del siglo 20.
Su dimensión política e ideario cubre múltiples aspectos: primero que todo estaba en la óptica de los Movimientos de Liberación Nacional de América Latina por su incesante periplo internacional para atraer al mundo a la causa panameña de erradicación del enclave colonial de la Zona del Canal de Panamá. Era también un líder reformista y popular, que promovió la educación como forma de liberación de los pueblos, democratizando y reformando la educación, creando Escuelas por todo el país, apoyando Universidades, alfabetizando y creando un sistema de becas; promoviendo la salud a todos los sectores de la sociedad; promoviendo el reparto equitativo de tierras y reforma agraria; garantizando para el Estado los servicios públicos de agua, luz, teléfono y transporte publico; promovía una economía mixta, de Estado y Empresa Privada, cabalgando a caballo entre el socialismo y el capitalismo, polos políticos enfrentados en la época; promovió la producción nacional, industrial y agraria, como medio para acabar con la dependencia y el subdesarrollo; promovió el deporte y la cultura; que desarrollo el concepto de los Ejércitos Nacionales como garantes de la paz e instituciones de Acción Cívica que promuevan el desarrollo de las comunidades necesitadas, y que los soldados tuvieran conciencia políticas, social y patriótica; un hombre que dio poder a sindicatos, campesinos y lideres estudiantiles, así como creó una inmensa clase media profesional que es el puntal de los recursos humanos del país; creó también una política de vivienda y reforma urbana cónsona con el crecimiento demográfico; es también un hombre que abrió mas al país a la inversión bancaria internacional, que desarrollo el comercio, el sector marítimo y portuario, así como la Zona Franca de la Ciudad de Colón; y sobre todo intento integrar a todos los sectores nacionales y sociales a las ventajas de la civilización. Mucha de su obra quedo inconclusa por su repentina muerte, pero generó un legado institucional a varias generaciones de panameños.
A su vez Torrijos se transformo en un mito para la conciencia popular, la de los campesinos, los trabajadores, el estudiantado, porque sintonizo con ellos en su lenguaje e idiosincrasia, en una especie de “complicidad de clase”, bromeando con el pueblo, compartiendo su mesa y sus problemas, sintonía que logro porque Torrijos también provenía de un origen popular, puesto que era hijo de maestros rurales, y además realizo un “patrullaje domestico” recorriendo toda la geografía del país, conversando directamente con el pueblo, de casa en casa, anotando sus inquietudes, sus necesidades, siendo para los ojos de campesinos e indígenas, el primer gobernante que se percato que ellos existían, que los escuchaba y le solucionaba de inmediato sus problemas apremiantes, que iban desde un acueducto, una escuela, una carretera o un centro de salud. Un campesino que lo conoció bromeo con ingenuidad después de su muerte: “que Torrijos no esta muerto, el se hace pasar por muerto para vivir en una choza con una mujer que le conocí, allá abajo del cerro, yo mismo lo he visto de noche sentado en su hamaca fumando un puro”.
A nivel latinoamericano el General Torrijos critico con vehemencia a los regímenes militares de ultraderecha que reprimían a los pueblos, apoyando por ejemplo a la Revolución Sandinista en Nicaragua, como también a las guerrillas salvadoreña y colombiana, recibiendo exiliados de Chile, Argentina y del resto de América. Reinicio relaciones diplomáticas con Cuba, siendo amigo personal de Fidel Castro. Creía con convicción en la unidad latinoamericana como la ideo Simón Bolívar y mantuvo excelentes relaciones con los gobiernos democráticos latinoamericanos. Formo un bloque con el priísta José López Portillo (México), el socialdemócrata Carlos Andrés Pérez (Venezuela) y el liberal Alfonso López Michelsen (Colombia), denominado Grupo Contadora (por la isla panameña de Contadora donde se gesto), y que buscaba la pacificación del conflicto interno centroamericano a través de la consolidación democrática y del desarrollo económico-social. Fue pionero junto con Muhamar Gadafi (Libia), Fidel Castro (Cuba), el Mariscal Tito (Yugoslavia) y Rajiv Gandi (India), del tercermundista Movimiento de Países no Alineados, que no seguían las líneas bipolares de la Guerra Fría y que se mantenían independientes frente a las grandes potencias. Torrijos también se ubico ideológicamente en la socialdemocracia y mantuvo excelentes relaciones con la Internacional Socialista, y con lideres como Felipe González (España), Francois Miterrand (Francia), Olaf Palme (Suecia), Carlos Andrés Pérez (Venezuela), José López Portillo (México), Francisco Peña Gómez (Dominicana), entre otros. De hecho cuando Torrijos funda el Partido Revolucionario Democrático este se incorpora a la Internacional Socialista. Y mantuvo buenas relaciones con lideres demócratas norteamericanos, siendo muy amigo del presidente James Carter de los EE.UU., con quien negocio y firmo los Tratados del Canal que nos devolvió la soberanía sobre el Canal de Panamá y zonas adyacentes.
Hoy en día en Panamá, el General Torrijos se ha transformado en un mito popular, un caudillo nacional, un hombre de visión política, un estadista, un gestor de instituciones y un mártir de la patria, por su no esclarecida muerte, a su vez que fue el fundador del Partido Revolucionario Democrático, que es el partido político más numeroso del país, con mas años de experiencia en la administración publica, el cual tiene una Visión de Estado y un Proyecto Nacional, con los lideres, cuadros y técnicos mejor preparados, el cual ha enfrentado penas y glorias, poder político y persecución, altibajos de todo tipo, y que así como tiene adversarios políticos, igual tiene muchos seguidores. Seguidores del Torrijismo, pues en la conciencia del pueblo, del campesino, del trabajador, del estudiante, del indígena, de la mujer, del profesional, del comerciante honesto, del ciudadano de a pie, Torrijos representa un hombre revolucionario, que intento refundar la República, reconstruir las instituciones, resolver los problemas sociales, con una gran sensibilidad social y patriótica, el cual dijo: “lo que quiero para mis hijos, lo quiero para mi pueblo”. Un hombre que ayudo proyectar la dignidad nacional frente a la opresión norteamericana, que permito que se integrara el Canal y zonas adyacentes al desarrollo nacional en el año 2000, que dejo un legado de instituciones, infraestructuras, proyectos, ideas, que son instrumentos para las futuras generaciones. Un hombre de visión, y que intuyo hasta su propia muerte en manos de los opresores cuando comento: “el que se dedica a redimir injusticias sociales, no va a morir de viejo en una cama, el General Torrijos sabe que va a morir violentamente, pues violenta es su vida”, y que su no esclarecido accidente de aviación lo condujo por la senda gloriosa de los mártires-héroes de la patria, llevando a su entierro a cientos de miles de personas, pueblo llano que le lloro, que se arremolinaba en su féretro, devolviéndole el cariño social que pródigo, pues “el que da cariño recibe cariño”, creándose así un icono inmortal de la liberación social de los pueblos.
ACLARACIÓN NECESARIA
Desde la instauración en Panamá del Proceso Revolucionario iniciado el 11 de Octubre de 1968 mediante el golpe militar gestado y comandado por el hoy desaparecido General Omar Torrijos Herrera, se han producido trascendentes transformaciones en el plano político, económico, social y cultural de nuestro pueblo, mucho de ellos logrados por su formidable gestión política. La República de Panamá, como la mayoría de los pueblos de América Latina, vivió con gran expectativa el proceso de superación del subdesarrollo económico y social, en aras de la democratización integral de nuestros pueblos. La recuperación de la Zona del Canal en el año 2000, que logro integrar la nación panameña, así como el constante “patrullaje domestico”, como él denomino a su peculiar andar por los caminos y senderos del país, en uno de los cuales perdió la vida, permitió conseguir a través de sus múltiples programas, la incorporación de amplios sectores populares al pleno disfrute del desarrollo nacional, sectores anteriormente marginados, discriminados y desconocidos para el desarrollo nacional. En Panamá se debatían los mismos problemas recurrentes de nuestra América. Y es que para Torrijos Panamá seguía siendo un todo con América Latina, un territorio universal, de tránsito, fielmente bolivariano y de unión de pueblos y culturas, punto de encuentro de la unidad latinoamericana. Todas sus políticas sirvieron para mejorar la compresión histórica de nuestra realidad social, nacional y nuestra perspectiva internacional. En Panamá se conjugo así un modelo político y social para el futuro latinoamericano.
Los efectos de las distintas situaciones dentro del desarrollo económico, social y político del país, así como el efecto negativo y cualitativamente devastador de la invasión norteamericana de 1989, terminan por consolidar de manera plena el ideario torrijista, como planteamiento político equilibrado, justo, democrático y revolucionario, que sirve de marco para la consolidación de la nación panameña. El ajuste institucional del gobierno dentro del contexto perfilado a partir de 1968 desde el inicio del proceso torrijista, trazo de manera definitiva los primeros lineamientos de una Política de Estado para el Desarrollo Nacional, con soberanía plena, libertad democrática y justicia social. La invasión norteamericana, como toda tragedia aclaro las cosas. Y es que la consiguiente consolidación de la democracia panameña, con pluralismo político y libre alternancia del poder, reordeno la faceta institucional del país, pero ha dejado un conjunto de legados torrijistas en segundo orden, así como amplio sectores sociales excluidos actualmente de las ventajas económicas de nuestra posición de transito y canalera. Esto reafirma el hecho que debemos seguir avanzando en la lucha por lograr un equilibrio armónico del desarrollo económico y social, ante el desafió creciente que significa administrar el Canal de Panamá e integrarnos de manera plena y justa en el siglo 21 al concierto de las naciones del mundo. Esta es una oportunidad real e histórica de aprovechar al máximo los beneficios de una posición geográfica privilegiada y lograr la equidad social, política y económica, así como la proyección de nuestros valores culturales y el desarrollo de nuestro calificado recurso humano en el proceso de integración nacional, en la permanente lucha por la consolidación total del Estado Nacional Panameño. Como bien dijo el General Torrijos: “Tiro la línea, camino y los espero allá. Los objetivos intermedios, y la forma de realizarlos, lo determinan ustedes. Ellos deben de conducir al país hacia el objetivo final. Allí los espero, en posición de firme y con un patriótico saludo militar”.
El autor es:
Abogado, Sociólogo, Periodista, Analista Político, Profesor y Escritor
E-mail: brodgari@hotmail.com
Web: http://www.pa/secciones/escritores/rodriguez_belisario.html