Por: Dr. Belisario Rodriguez Garibaldo
Al Dr. Salvador Allende; In Memoriam.
Panamá – 01/09/2010. El proceso de inscripción electoral del Partido Alternativa Popular (PAP), con el Partido de Pueblo y la Unión de Lucha Integral del Pueblo (ULIP); el Partido de los Trabajadores (PT); más el Partido de la Izquierda Revolucionaria (PIR) vinculado al Frente de Defensa de los Derechos Económicos Sociales (FRENADESO), que ha abierto un espacio de coordinación en la Coordinadora de la Alianza Solidaria Alternativa (CASA), es un esfuerzo sociopolítico considerable, mas si logra superar a la inscripción formal de partidos políticos (60 mil adherentes); aunque la constitución nacional y ley electoral permite inscripción de candidaturas independientes. Lo ideal sería que el Partido Alternativa Popular (PAP) logrará una unificación con el Partido de los Trabajadores (PT), como se han integrado el Partido del Pueblo (PP), otras organizaciones de izquierdas y organizaciones que componen la Unión de Lucha Integral del Pueblo (ULIP), además llegar a un acuerdo político de alianza con el Frente de Defensa de los Derechos Económicos Sociales (FRENADESO), que perfile una alianza de izquierda con base a los acuerdos unitarios de la Coordinadora de la Alianza Solidaria Alternativa (CASA). Que se sumen fuerzas mediante una unión política para crear un Frente Amplio Popular, que podría ser una alternativa posible con opción de alcanzar poder político en el 2014 ó adelante, alcanzado una cuota de representación política y cargos electos. Sólo la unidad de las izquierdas populares les podrá garantizar victorias políticas. Una terna presidencial ideal que posibilite una alianza de izquierda seria Juan Jovane (presidente) y Genaro López (vicepresidente), entre otros candidatos a representantes, alcaldes y diputados.
En todas partes se ha demostrado que la fuerza real de las izquierdas radica en la fortaleza de sus organizaciones sociales, de tal forma que la autogestión de organizaciones y comunidades, les genera una amplia base social. Las izquierdas tienen vínculos a organizaciones sindicales, gremiales, sociales, comunitarias, ecológicas, campesinas y no gubernamentales. La izquierda debe crear Cooperativas Agrícolas Campesinas con proyectos agropecuarios o forestales de desarrollo sostenible; con los recursos que el sindicalismo obrero administra por la cuota sindical (millones) se puede crear Cooperativas Obreras de Ahorro, Crédito y Servicios, e incluso un Banco de los Trabajadores (como en Brasil e Italia, donde se han creado un Banco del Trabajo por las Confederaciones Sindicales de estos países con apoyo de la izquierda política), otorgando prestamos de vivienda a obreros, proyectos de urbanizaciones obreras, prestamos de estudios o becas de estudios, ahorros y créditos personales, créditos de capacitación sindical y créditos de desarrollo de estructuras sindicales, créditos para proyectos de servicios públicos, obras e infraestructuras comunitarias de desarrollo, créditos para proyecto de periódicos, revistas, radioemisoras y medios de comunicación alternativos, obreros, sociales y comunitarios, además de diversos créditos para proyecto de Organizaciones no Gubernamentales (ONG,s), organizaciones sociales y comunitarias.
Sólo se podrá construir una izquierda política real, con partidos políticos constituidos e inscritos unificados en un frente electoral popular de izquierda, con organizaciones sociales fortalecidas, con recursos económicos propios por medio de sistemas de autogestión, mas que en movilizaciones de huelgas reivindicativas, coyunturales o concentraciones de masas. La crisis socioeconómica y el desgaste político de los partidos políticos tradicionales les puede convertir en una alternativa política fuerte y creíble para el pueblo ciudadano, con opción de alcanzar el gobierno o ser electos en cargos de representación institucional, mas solamente mediante la unificación, alianza o fusión de todas las corrientes de izquierdas populares en un solo frente político coordinado como un Frente Unitario Popular, y fortalecidos desde todo su potencial organizativo, social y político. Estos son los métodos implementados en otros países por izquierdas amplias, como en Europa con la Izquierda Unida (España) y el Partido Democrático de las Izquierdas (Italia), en Latinoamérica con el Partido de los Trabajadores (Brasil), el Frente Amplio (Uruguay), y ahora en el gobierno del Partido Socialista Unido de Venezuela, entre otros ejemplos actuales de nuestra América, recordando el gobierno de la Unidad Popular en Chile.