Monseñor Pablo Varela Server
Rector Magnífico
Universidad Católica Santa María La Antigua
Ciudad
De mi consideración:
Con mucho gusto contesto su carta del 8 de los corrientes con el fin de aceptar la invitación que en ella me formula para asistir el 22 de enero próximo a un espacio de discusión con estudiantes, docentes y administrativos de ese centro educativo, como parte del Ciclo de Presentación de Planes de Gobierno de los Candidatos Presidenciales para las Elecciones del 2009, que organiza la Vice Rectoría de Investigación y Postgrado a pocos días de haberse iniciado la verdadera campaña electoral que comenzará el 3 de enero.
Parece ser costumbre que en las campañas electorales en nuestro país exista especial interés en conocer los “planes de gobierno” de los candidatos; pero ese natural deseo no siempre recibe la respuesta seria y realista que se espera y, en cambio, se circunscribe a una demostración de demagogia barata del candidato o candidata que se aprovecha de los anhelos y del candor del ser humano, para hacerle ofrecimientos absurdos y engañosos a sabiendas de que son inalcanzables. Cuando esas falsas promesas se incorporan, con audacia y sin vergüenza alguna, en los llamados “planes de gobierno,” como ya de sobra lo vemos, se hace mofa del carácter ético que es consustancial con toda actividad política y se le resta eficacia a esfuerzos bien intencionados como el que pretende desarrollar la Vice Rectoría de Investigación y Postgrado.
Aunque estoy de acuerdo con que cada candidato pueda referirse a objetivos importantes de su gobierno, resulta aún más relevante que su presentación permita arribar a un sano juicio sobre su carácter, su experiencia y su liderazgo, de manera que se pueda creer en él y que sus intenciones y capacidad son dignas de confiar.
Consecuente con esa línea de pensamiento, hemos sido claros en lo que respecta a la importancia de conocer y debatir sobre la personalidad de los candidatos. Hemos señalado públicamente que los antecedentes históricos, públicos, políticos y morales de cada candidato o candidata pueden y deben ser conocidos, siempre que tengan relación directa con la credibilidad que la persona deba inspirar y no se relacionen con su vida muy íntima. Es importante conocer la transparencia de su desempeño y en el manejo de fondos públicos si ha ocupado algún cargo de elección o designación, así como el grado de justicia y humanismo en sus relaciones laborales si se ha manejado en el sector empresarial privado; y, en ambos casos, la eficiencia que haya demostrado como dirigente de un grupo de trabajo.
Por ello, reitero que acepto gustoso la invitación que me formula la universidad pero, en lugar de promesas pomposas, pretendo basar mi presentación en la forma como encaré, junto con el equipo de gobierno que logramos conformar entonces, los problemas más importantes encontrados durante mi administración, muchos de los cuales lamentablemente hoy se repiten. Los logros y los obstáculos que vivimos en aquella ocasión nos permiten tener una visión más clara de cómo enfrentar las carencias que actualmente sufre el pueblo panameño, y de lo que será posible y ejecutable en materia de gobierno para el período que se inicia en el 2009.
Del Rector Magnífico, con toda consideración,
Guillermo Endara G.
Presidente de Panamá (1989-1994)
Candidato a Presidente de Panamá (2009-2014)